Es posible que al exgobernador Miguel Alemán Velasco se le deba el realce internacional que ha venido ganando la conmemoración de la batalla de Camarón, ocurrida en nuestro estado en el año de 1863. Debe recordarse que su señora esposa Christiane Magnani Martell es de origen francés, y que en ese sexenio se dio gran relevancia a la influencia histórica de ese país en Veracruz. También debe reconocerse que en dicha gestión los municipios de Camarón y San Rafael recibieron mayor atención que en otras épocas.

Y el comentario es pertinente en estos días en que el gobierno mexicano trató infructuosamente que España ofreciera disculpas a nuestro país por su actuación en la conquista hace 500 años. Y lo es, porque, como ha venido sucediendo desde décadas atrás, México y Francia conmemoran conjuntamente la célebre batalla realizada hace 156 años en la hacienda de Camarón.

Este 30 de abril en ese municipio cercano al puerto de Veracruz, se recordará aquella cruenta batalla en que el ejército nacional venció a su similar galo. En 1861 el gobierno de la república había avisado a las naciones europeas que no podía pagarles la deuda contraída con ellos. España e Inglaterra decidieron entrar en negociaciones, pero Francia rechazó cualquier propuesta y envió a su famosa Legión Extranjera a defender sus intereses.

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A medio día de aquel 30 de abril, las fuerzas nacionales al mando del coronel Francisco de Paula Milán, vencieron al pequeño batallón francés que comandaba Jean Danjou, famoso porque utilizaba una prótesis de madera al haber perdido una mano en combate anterior.

La historia dice que solo eran 65 franceses los que enfrentaron “como demonios” a 650 militares mexicanos, apoyados por grupos guerrilleros de la región. La gallardía y honor de los extranjeros fue reconocida por las autoridades mexicanas tanto como por las francesas. 

Esa contienda militar constituye uno de los combates históricos más importantes para los legionarios, significándose que ese día el grupo invasor estaba constituido además de franceses, por soldados alemanes, belgas, polacos, austriacos, italianos y suizos, entrenados con la más dura disciplina. 

A finales de los años cincuenta, Marcel Penette, un exoficial francés de la Legión Extranjera visitó Camarón y a partir de ahí iniciaron las conmemoraciones conjuntas. En el lugar de la batalla se construyó un Mausoleo franco-mexicano para honrar a los caídos. Un obelisco y las águilas francesa y mexicana, enaltecen las virtudes militares ahí manifestadas.

A ese evento anual, acuden autoridades militares francesas y mexicanas, representantes de la Legión Extranjera, la Embajada de Francia en México y el Gobierno de Veracruz.

Se tiene conocimiento que este año la Secretaría de Educación de Veracruz presentará un libro alusivo a esa importante fecha, para ser distribuido entre los jóvenes de la región.

Ojalá y que esta conmemoración binacional franco-mexicana conduzca a restablecer y hacer más grandes los lazos amistosos, la concordia y las relaciones comerciales equitativas entre México y las demás naciones.

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