Además de los cientos de miles de muertes y los millones de contagiados en casi todos los países, la pandemia del coronavirus está provocando gran desempleo en el planeta entero. El Banco Mundial acaba de alertar que las remesas internacionales tendrán una contracción del 20 por ciento| durante este año, un hecho histórico que ocasionará que las cifras positivas conseguidas hasta 2019, se recuperen paulatinamente a ese nivel, pero en un plazo de diez años. 

La que viene será una época de recesión y carencias para la población en general y una década de infortunio y sacrificio para los migrantes y sus familias y para las economías de sus países de origen, beneficiarias de los recursos en moneda extranjera que reciben mediante transferencias bancarias.

México es el tercer país receptor de remesas de migrantes en la lista que encabezan India y China. El año pasado, la nación mexicana recibió 38 mil 700 millones de dólares por ese concepto, siendo el mayor receptor de remesas estadounidenses y la principal fuente de recursos del país azteca, superando los ingresos del turismo, de la venta de petróleo y de todas las manufacturas de exportación.

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Un poco más de 11 millones de connacionales residen en Estados Unidos, de los que 5.8 millones son indocumentados. En lo que corresponde a Veracruz, el Colegio de la Frontera Norte señala que cada año, cerca de 25,000 veracruzanos se dirigen allá en búsqueda de mejores oportunidades de empleo e ingreso. 

De acuerdo con la Secretaría de Relaciones Exteriores, el importe de remesas que llegan actualmente a Veracruz es similar al que reciben países como Argentina o Bolivia. Estados Unidos tiene 49 mil residentes de origen veracruzano y posiblemente el doble de paisanos en situación irregular.

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Entre 2011 y 2019, el estado de Veracruz recibió de sus migrantes un total de 10 mil 23 millones de dólares, equivalentes a 200 mil millones de pesos de ese tiempo. 

Por esta razón, la preocupante noticia del Banco Mundial debería hacer meditar a las autoridades y a la sociedad veracruzana. El año pasado el estado recibió 1,495 millones de dólares por remesas, por tanto, una disminución de alrededor de 300 millones de dólares (aproximadamente 7,443 millones de pesos), pondrá en situación sumamente desventajosa a sus familias dependientes, las que no podrán resolver necesidades básicas, de alimentación y de salud, como hasta ahora.  

Para tener una referencia sobre esa importante disminución de remesas y su impacto social, este millonario monto se acerca al que el gobierno federal paga por pensiones durante un año a todo el padrón estatal de adultos mayores (alrededor de 500 mil personas de la tercera edad) en Veracruz en seis bimestres.

Respecto al país gobernado por Donald Trump, incluso en tiempos de la enfermedad causada por el virus Covid19, los migrantes infectados no reciben ayudas ni atención médica publica, empeorando su precaria situación y desalentando o impidiendo el envío de recursos a sus familiares en diversos lugares. 

El gobierno de Cuitláhuac García y el pueblo veracruzano deberán prepararse para una sola realidad en este año 2020: Los migrantes enviarán menos dinero a sus familias en Veracruz. Y en el terruño la delgada cobija sigue siendo la misma para todos.

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