Como pintan las cosas para el estado de Veracruz en torno a los pronósticos y posibles efectos del huracán Franklin y los demás eventos meteorológicos de la presente temporada de ciclones, no cabe duda de que un servidor público estatal se va a convertir en el hombre del momento.

Y decimos servidor público, en lugar de alto funcionario, porque en estos tiempos de emergencias climatológicas, se requiere de espíritu de servicio más que de la parafernalia que envuelve a secretarios y subsecretarios del gabinete.

Y ese servidor público que se dibuja en el horizonte veracruzano, no puede ser otro más que Guillermo Moreno Chazzarini, quien a diferencia de su antecesora, y por las semanas siguientes, deberá ponerse las pilas, la mejor sonrisa y la camiseta de su jefe.

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El gobernador Yunes Linares va a necesitar mucho de la solidaridad, la disponibilidad y colaboración ágil y efectiva de sus secretarios de despacho, principalmente del titular de finanzas y planeación. A diferencia de Tula, el maestro Moreno sí deberá contar con recursos monetarios frescos y suficientes para afrontar los gastos y requerimientos que exijan las lluvias, inundaciones, deslaves y efectos colaterales. Esperemos todos, que Veracruz no sufra desgracias mayores, como sería la pérdida de vidas humanas.

Moreno Chazzarini deberá contar con un eficiente equipo para gestionar oportunamente los apoyos federales para estos casos de emergencia. Deberá tener ya los porcentajes de participación que habrán de sumarse a las aportaciones que den las dependencias federales en el marco del FONDEN (Fondo de Desastres Naturales).

Junto con alguno de los secretarios, que cuente con suficiente calidad moral, deberá acudir a la solidaridad de las cámaras empresariales para poder disponer, al momento, de los apoyos de maquinaria pesada, oficiales y peones, medicinas, productos de canasta básica y demás elementos asistenciales que las circunstancias exijan. Haciendo el firme compromiso de pagar en los días subsecuentes.

Pero lo más importante que deberán tener los integrantes del gabinete yunista, es una gran disposición para resolver los problemas urgentes en el marco de las acciones de prevención acordadas por el ejecutivo estatal.

Al mismo tiempo, las secretarías de protección civil, salud, educación y desarrollo social, entre otras, deberán disponer del personal de apoyo logístico y de campo que auxilie y tranquilice a los damnificados, en coordinación con los efectivos de la defensa nacional y los alcaldes y empleados municipales de las zonas afectadas.

Todos deberán funcionar como un afinado mecanismo de relojería y no caer en irresponsabilidades o insensibilidades ante la justa desesperación y malestar de los que resulten afectados.

Para esto es necesario recordar que a muchos de los empresarios de estas cámaras, se les ha tratado con la punta del pie y les han negado el pago de adeudos por contratos de obra o de prestación de servicios, contraídos en los últimos años del duartismo.

Los veracruzanos esperamos que en estos tiempos de lluvias y “fondenes”, las autoridades no dejen aprovecharse a ladrones de cuello blanco de los tres órdenes de gobierno, del sector empresarial y de la sociedad civil, acostumbrados a medrar con estos recursos federales y estatales, quienes son expertos en desaparecer los fondos públicos en lugar de entregar las obras de reconstrucción.

Por todo esto y por la situación de crisis económica del gobierno del estado, ojalá y los huracanes de este año no dejen tanta lluvia y pasen de largo sin afectar al territorio.

Veracruz no está para tempestades más graves que las que ya afronta.

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