El estado de Veracruz sigue deslizándose hacia el suelo en los indicadores económicos a causa de la inesperada pandemia del coronavirus que en esta entidad no cayó “como anillo al dedo”. Planta industrial decadente, inversión minúscula, empleo formal a la baja, desempleo galopante, bajos sueldos e inseguridad laboral, constituyen la constante en el territorio.
Cuitláhuac García y Enrique Nachón, gobernador y secretario de desarrollo económico, no visualizan el tamaño del problema que se le viene a los veracruzanos. Se perciben como asustados y ahogados en la tormenta que se sufre; no dimensionan el nivel de pobreza que puede alcanzar el estado a causa del exiguo apoyo que han dispuesto a empresarios y comerciantes ante la contingencia de salud que se vive.
La salida que crearon para justificar los cargos que ocupan en el gobierno, se tradujo en medidas realmente pobres, si consideramos que Veracruz es una de las entidades que más recibe recursos de la Federación.
En qué consistieron tales medidas de apoyo al sector empresarial: se propuso un Acuerdo por la reactivación económica y un fondo de 100 millones de pesos para pequeños préstamos a emprendedores, se otorgó un plazo de tres meses para diferir el pago del impuesto a la nómina y se creó el programa Promover nos une, un esquema con el que los emprendedores “encontrarán un puente con los consumidores”, útil para acercar el comercio de productos y servicios a los domicilios con ayuda de internet y redes sociales.
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Representantes de cámaras empresariales señalaron oportunamente que ese programa es insuficiente y no incluye a varios sectores como el del turismo o el restaurantero.
Revisando los apoyos aprobados en otras entidades se demuestra la pobreza en el criterio simplista de los altos jefes jarochos. La Ciudad de México dispuso 5,662 millones de pesos; Nuevo León, 2,000 millones; Guanajuato, 800; Sinaloa, 760; Jalisco, 450 y Tabasco, 320 millones de pesos. En varios estados se dispusieron descuentos del 30 al 100 por ciento en el pago del impuesto sobre nómina (Nuevo León, Michoacán y EDOMEX, entre otros).
Enrique Nachón debe dejar el puente o puentazo que disfruta en SEDECOP. Los veracruzanos necesitan información de cómo se conservarán las empresas que subsisten, cómo se ayudará a los trabajadores que quedaron en la calle, cuáles medidas de protección y prevención se siguen en los comercios que ya están laborando, entre otras cuestiones.
El secretario Nachón, un empresario de escritorio, debería buscar los argumentos para coadyuvar en la protección de la planta industrial, de los trabajadores, y de traer inversiones foráneas. Sobre todo, cuidar que Veracruz conserve el quinto puesto nacional por su producto interno bruto.
¿Será que su actividad no es esencial o es que está de vacaciones junto a sus profesionales colaboradores?
