No es en relación a la estupenda novela histórica que escribió Fernando del Paso, o sobre los afrancesados motivos para la instauración en México del segundo imperio de Maximiliano en el año de 1862, de lo que trata este editorial. Para nuestro texto, el título se refiere exclusivamente a una serie de noticias negativas que vive Veracruz en estos tiempos en que se empiezan a afilar y afinar estrategias para asegurar la sucesión gubernamental en favor del primogénito del mandatario estatal.

Previo al primer informe de su gestión, los meses de septiembre y octubre han sido abundantes en noticias negativas que deben preocupar a la población y alertar al gobernador Yunes Linares.

Sólo se mencionarán las notas periodísticas de los últimos días, diferentes a la difusión del acto de inauguración del libramiento de Cardel, de las obras de pavimentación de la autopista a Coatepec y del reacondicionamiento de la carretera a Misantla, que se realizan a marchas forzadas.

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Porque no sólo ese tipo de noticias existen en el estado. También debemos hablar del imparable aumento de la pobreza en Veracruz, que según un informe del ORFIS, dado a conocer en estos días, es superior al crecimiento de ese lacerante problema en estados vecinos como Oaxaca.

Como también se tiene que hablar del incremento de la inseguridad en Coatzacoalcos, que lo ha llevado a los primeros lugares nacionales a causa de los incontables secuestros, extorsiones y asesinatos que allá se suscitan.

Tampoco podemos eludir el informe de que por reducción del 30% de pasajeros, sólo hasta este mes de octubre se estarán vendiendo boletos de la aerolínea Interjet, que dejará de operar en el aeropuerto de Canticas después de cuatro años de realizar vuelos a ese lugar.

O que quizá evocando esa decisión, Miguel Alemán Velasco, accionista mayoritario de esa empresa aérea y presidente de la Cumbre de Negocios México, declarara ayer: “Confío en que los aspirantes a la presidencia tengan un proyecto para enfrentar la situación actual del país; que sepan cómo atender el tema del tratado de libre comercio y cómo vamos a hacer para que todos estén protegidos en materia de seguridad y con la oportunidad de tener empleos mejor remunerados”.

Oportunas palabras las del exgobernador de Veracruz, quien probablemente desde temprano habría leído una preocupante noticia de El Economista. Este periódico publicó información relativa a la industria petrolera nacional, en el sentido de que la producción de crudo se hundió a mínimos de casi tres décadas y que en junio pasado rompió el piso de los dos millones de barriles diarios, destacando que los principales campos petrolíferos mostraron bajas de un mes a otro.

Al respecto, habrá que recordar que en enero de 1990 se produjeron 2.52 millones de barriles; que en octubre de 2004 hubo una producción record de 3.45 millones diarios, y que en septiembre pasado la extracción de crudo bajó hasta 1.73 millones de barriles.

Si analizamos fríamente las cosas, entendemos las razones por las que PEMEX y sus subsidiarias han despedido a tanto personal en el sureste y en otros lados del país. Pero esta problemática nos lleva a comprender también las causas del incesante desempleo en Coatzacoalcos y el sur veracruzano y la grave delincuencia e inseguridad que imperan en esa región.

Por lo anterior, no sería exagerado afirmar que por tales razones que desalientan la inversión, Interjet prefirió dejar de volar a ese destino. Y que las circunstancias socioeconómicas adversas, junto a otras de carácter global, motivaron la recomendación del licenciado Alemán, que bien pudiera extenderse a los actores políticos que pretenden suceder al gobernador Yunes Linares.

 

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