José Antonio Flores Vargas

“Odisea Burbujas” fue un programa infantil, transmitido por la televisión mexicana durante los primeros años de la década de los ochenta. Mezclando ficción y realidad, los personajes de la serie, realizaban viajes en el espacio y en el tiempo, mientras conocían temas de ciencia, biología, geografía e historia.

El programa viene a cuento, al analizar hechos ocurridos el martes de esta semana, que involucraron temas de ficción y realidad, que inclusive, nos llevaron a evocar aquella famosa frase de la era espacial: “Houston, tenemos problemas”.

El primero en salir al escenario, fue Américo Zúñiga, el alcalde capitalino al que los xalapeños pagan la representación de una de las agrupaciones de municipios que hay en el país, que parece servir para hacer turismo, ejercicios de vanidad e iluminación de áreas oscuras.

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En su evento magistral, el presidente municipal le otorgó un reconocimiento al gobernador perredista de Morelos, Graco Ramírez, quien con oportunismo expresó: “ahora que saludé a Miguel Ángel Yunes Linares, dice que Américo es un político de amplia trayectoria, con honestidad y conducta intachable”.

Las palabras que dicen que dijo Yunes de él, sumadas a las de agradecimiento y reciprocidad de Graco Ramírez, deben haber puesto en órbita a Américo, mandándolo hasta el firmamento y más allá. Esas palabras, transmitidas por el gobernador morelense, le hicieron pensar que recibirá la gracia y el perdón del mandatario entrante, quien ya cuenta con el informe de sus tropelías en el Ayuntamiento.

Es probable que MAYL haya hablado bien de Américo, desde la perspectiva de que el “buen gobierno” del alcalde xalapeño, hizo ganar miles de votos a los partidos de oposición en la pasada elección.

El otro político que cerró con broche de oro el día noticioso, fue el gobernador Javier Duarte, quien en su evento, declaró que “sólo falta que me investiguen los extraterrestres”. De esta frase, llena de ficción, cada uno puede hacer su propia interpretación.

Lo que se observa, es que estos personajes veracruzanos se han construido sus propias burbujas, sin entender que la sociedad, más que discurso vano, exige congruencia, así como resultados palpables y números claros. Sin embargo, ellos insisten en vivir una odisea fantasiosa que no tendrá buen fin.

Deben dejarse de inventos fabulosos, como los del profesor Memelovsky, o de andanzas tipo Pistachón ZigZag. Odisea Burbujas, debe recordarse sólo como vetusto programa televisivo de ciencia ficción.

Ni los recursos públicos que andan perdidos, ni los causantes del desorden, pueden ser abducidos por extraterrestres. Los culpables de la crisis tampoco pueden conducirse como alienados o encapsulados, con capacidad de engañar a la gente. Día a día la crítica situación da su peor cara a la sociedad. La vida cobra las consecuencias de lo que se hace, con papeles o sin papeles.

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