Ulises Alarcón Osorio se convirtió en el flamante coordinador de asesores de Indira Rosales en la SEDESOL, asumiendo con ostentación los papeles que le asignaron semanas antes en el despacho más poderoso de Boca del Río. Había sido encargado de una pequeña oficina de información y estadística del ayuntamiento, tras ser inhabilitado por la Secretaría de la Función Pública debido a oscuros manejos en el programa Oportunidades.
En cuanto se apoltronó en la oficina de Xalapa, empezó a hostigar y humillar a los trabajadores, fijando su atención y sus bajos instintos en las damas más agraciadas de la dependencia, quienes en poco tiempo se inconformaron debido a su irrespetuoso asedio.
Acompañándolo en la aventura política, llegaron con él algunos de sus fieles escuderos de antiguas batallas y empresas. Impulsó a Eduardo Vargas Sánchez como director general de la coordinación para el combate a la pobreza. Cabe señalar que a este personaje también lo habían inhabilitado en la delegación de Sedesol federal en Querétaro.
Desde luego que el operador principal del programa Veracruz comienza contigo (cuyas siglas pudieron ser VCC), necesitaba un eficiente diseñador y constructor de las remodelaciones de las delegaciones regionales, varias de ellas ubicadas en edificios de tres o cuatro pisos que se rentaron exprofeso. Al arquitecto Fernando Gómez -un antiguo vecino de Ulises- le dio una plaza de aterrizaje en nómina, pero eso no dificultó al habilidoso profesional de las escuadras y los trazos, para cobrar las facturas por las obras de acondicionamiento de oficinas, que realizaba con personal adscrito a la oficina central.
En los primeros meses efectuaron el censo a más de 700 mil veracruzanos, de los que unos 500 mil empezaron a recibir despensas y otros apoyos a partir de marzo de 2017. Eran entregas en completo descontrol normativo y con padrones deficientes. Pero el objetivo era político.
Conforme avanzaba el programa surgían las irregularidades. Eso ocurrió porque no existía problema de fiscalización alguno, la contraloría estatal fue aleccionada para no revisar nada; la única normatividad consistía en seguir el ejemplo avasallante del titular del ejecutivo. El omiso contralor del estado, apuró a enfundar una ligera y fresca “chazzarilla” al programa insignia contra la pobreza. El DIF estatal aportó cientos de miles de despensas como parte de su programa de apoyo alimentario.
Veracruz comienza contigo requirió una flotilla de vehículos para trasladar a los jefes y al personal, así como las verdes cajitas de despensa que demostrarían el cambio yunista. Como en la entidad “no había” a quien rentarle vehículos, el problema lo resolvieron a dedazo, firmando los contratos millonarios de arrendamiento con una empresa foránea.
Ulises entendió perfectamente lo que significaba tener el mando. Él y sus más cercanos, así como los demás funcionarios a cargo de las diferentes áreas, llevaron a cabo un proceso de limpia burocrática en el que, argumentando que preferían pagar mejores sueldos, en lugar de tener muchos empleados, despidieron sin consideración ni liquidación a cientos de trabajadores mayores de edad, sindicalizados y con antigüedad, e incluso a jóvenes recién egresados y a decenas de madres solteras que quedaron a su suerte.
Ahí se gestó la primera gran animadversión contra los Yunes de Boca del Río y el panismo. Burócratas indignados de varias dependencias han estimado que por cada diez empleados que se fueron, entraron cincuenta, sin cumplir requisitos y con sueldos de cuando menos quince mil pesos mensuales.
De esa manera llegaron al programa contra la pobreza, esposas, amantes, novias, hermanas, hijas, primas, sobrinas, ahijadas, recomendadas y conocidas de los jefes. Y una buena cantidad de aviadores (operadores políticos). En una de las dependencias principales del programa, recuerdan con asombro a una secretaria que fue convertida en subdirectora, y ya con el nombramiento, ésta invitó a su esposo como colaborador. Otro caso es el de la novia de un jefe, que sin más ni más, fue convertida en directora de atención ciudadana.
En otra área se escandalizaron cuando observaron en las giras de supervisión, que Ulises acostumbraba pasar revista a sus recomendadas y preferidas en las delegaciones, como si se hubiese tratado de un jeque árabe visitando a su harem. Así fue como se forjó una hermandad que trabajaría por Miguel chico. En la zona de Córdoba surgieron denuncias por acoso sexual.
Mucha gente percibió que ni siquiera las acciones de apoyo a los más pobres, se libraban de corruptelas. Mientras el gobernador Yunes Linares arremetía en su discurso contra la corrupción de su antecesor, el nepotismo, la irregularidad y el cinismo permearon con todo descaro en la misma coordinación del programa Veracruz comienza contigo. A tono con los tiempos y los dividendos, Ulises disfrutó gozoso la plenitud del poder.
Mañana siguen más papeles secretos.
