El día de ayer el periódico El Economista dio a conocer una publicación sobre presidenciables, elaborada a partir de una encuesta realizada recientemente a mil mexicanos por la empresa Consulta Mitofsky, de Roy Campos. La intención demoscópica y su difusión mueven a extrañeza, porque se exhibe cuando ni siquiera han transcurrido quince días con Andrés Manuel López Obrador en palacio nacional como presidente de la república.

El informe da a pensar que los principales morenistas y algunos otros políticos con ansias de servicio y de servirse, no se han dormido en sus laureles y no han dejado de trabajar para mantenerse en los primeros lugares en la opinión pública. Desde luego, cuando se revisa el contenido de la nota -y de las infografías sobre porcentajes- se percibe por dónde van los “resultados” y los tiros futuristas.

Se menciona a Margarita Zavala, Marcelo Ebrard, Claudia Sheinbaum, Ricardo Monreal, Enrique Alfaro, Javier Corral y Alejandro Moreno, lista obtenida de 1000 encuestas. Del PRI, ninguno. Se habla también de evaluación a gobernadores salientes (400 personas), donde de cinco exmandatarios estatales, el veracruzano Yunes alcanzó la segunda posición con un 34.1

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Respecto a Veracruz y concretamente a Yunes Linares y su resultado, mejor que otros exgobernadores de reciente cuño, se presume que los encuestadores sólo llamaron a su familia o a sus gentes muy cercanas. Para un alto porcentaje de veracruzanos, el político azul estéril no goza de simpatías, como para pretender respaldos ciudadanos en su favor por estas latitudes, que no sean las de ese treinta y tantos por ciento que le regalaron quizá en trabajo de gabinete.

Otra rareza es incluir de manera preponderante a Margarita Zavala, colocada hasta arriba en las gráficas y destacando puntajes que quién sabe si en verdad tenga.

Ambos personajes del ámbito azul no dejan de manifestar un interés para continuar en la política, aunque en el caso del veracruzano, sus esfuerzos van dirigidos a un candidato con su misma sangre -su primogénito- que a su decir y con todo su orgullo nepotista, como siguiente gobernador, le daría a Veracruz la potencia y la inteligencia que el estado necesita.

Mitofsky y los pretendientes no descansan y la empresa abre un abanico de propuestas. Pero en el caso de Veracruz se equivoca rotundamente. El señor Yunes ya mostró la valía de su palabra, y esta no es mucha.

Es prematuro cualquier intento de esa naturaleza. Debemos dejar que el régimen morenista se instale completamente y comience a dar resultados. Si son buenos, continuaran recibiendo el apoyo de la sociedad, si son malos, los prospectos de ese partido, que señala este estudio, caerán como sus jefes de arriba.

Y en torno a los suspirantes de otros colores del espectro político, por ahora están en el fondo de la olla, si no es que en peligro de extinción.

Esas son las travesuras de Roy Campos.

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