En poco más de cuarenta días de gestión, el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares ha dejado bien claras las prioridades que tendrá su administración. La primera señal que envió a los veracruzanos fue el restablecimiento del orden público que se había perdido prácticamente en todo el estado. El otro aspecto que acaba de mostrar, fue el interés en los temas de la salud y las instalaciones hospitalarias.

El día en que las organizaciones políticas quisieron manifestarse, afectando los derechos de tránsito de la sociedad, el titular del ejecutivo no dudó en actuar con mano firme para restaurar el orden. A partir de esa fecha, los activistas y manifestantes de las ciudades del estado, han tenido el cuidado de no llamar la atención más de lo debido. En Xalapa, por ejemplo, la ciudadanía ya puede ir y venir por las avenidas y el centro histórico, sin tener que preocuparse por la posibilidad de que ocurran bloqueos de vialidades.

En el sur del estado, el tema del agua potable para la conurbación de Coatzacoalcos, Minatitlán y Cosoleacaque, se había convertido en un problema crítico y eterno entre autoridades y pobladores del municipio de Tatahuicapan, cercanos a las instalaciones de la presa Yuribia. Durante varios años, ese asunto sólo caminaba mediante obras y recursos económicos que el gobierno estatal debía facilitar a diversos líderes que, de acuerdo con lo que dicen por allá, se acostumbraron a medrar, condicionando la apertura de las válvulas a cambio de esos apoyos.

Anuncios

Tuvo que ir el propio gobernador Yunes a convencer a los inconformes, asegurándoles que no habría más soluciones al estilo antiguo. Al final de la negociación, dejó a elementos de seguridad para que resguardaran el lugar y procedió a tranquilizar a la gente de esa zona y a sus alcaldes.

Igual énfasis puso en el asunto de los saqueos provocados este mes en el puerto de Veracruz en respuesta al gasolinazo de Peña Nieto. Orden público como premisa de su gobierno.

En el tema de la salud de los veracruzanos, Yunes Linares ha hecho varias declaraciones en torno a los medicamentos, los hospitales y las instalaciones que quedaron inconclusas, como es el caso de la Torre Pediátrica en esa ciudad. El día de ayer el ejecutivo estatal informó que de los recursos recuperados del caso Duarte, se destinarán mil millones de pesos para esos fines, entre ellos, la terminación de la Torre. Unos días antes, durante la celebración del Día de la Enfermera, en su primer evento con empleados del estado, se reunió con este sector de servidores públicos en el patio central del palacio de gobierno.

El fin justifica los medios, dijo hace mucho un estudioso de la política. Pero el asunto pendiente y no muy correcto en su novel gestión, es el de los cientos o miles de trabajadores despedidos, un gran porcentaje de ellos, con antigüedades laborales mayores a seis años y que nada tuvieron que ver con los aviadores de las oficinas, ni con el desfalco causado por el anterior gobierno. Este sí, inobjetablemente, un punto en contra, que nadie ha aclarado.

Publicidad