Esta semana nos ha dado noticias de diferentes impactos y preocupaciones. El país entero espera ansioso la próxima asunción de Andrés Manuel López Obrador como Presidente de la República, el primero de diciembre. Peña Nieto se dedica a presumir “sus logros” en los medios de comunicación, al tiempo que su imagen nacional e internacional continúa deslizándose de manera imparable hacia los peores infiernos del descrédito.

Mientras eso sucede, este martes el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) entregó una serie de informaciones que indican que a 4 de cada 10 trabajadores mexicanos no les alcanza para adquirir los productos de la canasta básica. A unos días de que se vaya el copetón presidente de los memes, esa terrible noticia muestra el gran fracaso de su política social que volvió más pobres a los mexicanos.

Una atroz puñalada a la población, el hecho de que en 26 entidades federativas, el ingreso de las familias no alcanza ni para la canasta básica. Y los estados peor calificados son, en ese orden: Chiapas, Oaxaca, Guerrero y Veracruz. Pero Rosario Robles, una de las funcionarias del ramo social más cuestionadas, acaba de ser acusada de haber realizado estratosféricos gastos de promoción de imagen pública, superiores a los 500 millones de pesos.

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Otras puñaladas de carácter cosmopolita, pero estas al propio Peña y a Felipe Calderón, fue la declaración jurada en Nueva York, a cargo del abogado de Joaquín Guzmán, El Chapo, quien dijo que ambos personajes recibieron millones de dólares durante sus sexenios para dejar hacer y dejar pasar a determinados cárteles del narcotráfico. Sin duda, más excremento a la figura presidencial mexicana.

En el entorno estatal, una folklórica noticia, primero en redes y después en algunos medios, sobre un alto funcionario del gabinete de Cuitláhuac García. El susodicho, recibe una descomunal estocada política a través de un travieso fotoshop que pretende exhibir preferencias que no vienen al caso y que tampoco debieran ser motivo de difusión periodística. Aquí una lamentable puñalada a la ética profesional de los medios de comunicación y a los derechos humanos de las personas.

En el ámbito municipal, el desafortunado incendio del mercado Jáuregui, ocurrido al mediodía y que afectó la economía de 20 modestos empresarios. Ojalá que el próximo gobierno apoye de alguna manera a los afectados.

Y otra puñalada más, es la intención reformadora a la Constitución y a las leyes federales. El mismo martes, se modificó la ley orgánica de la administración pública, lo que permite la integración de diversas comisiones para resolver asuntos torales del país, como son los relativos a los derechos humanos. Esto nos recuerda a Porfirio Díaz y a sus ímpetus dictatoriales. Alguna vez dijo a uno de sus cercanos: “si no deseas que algo se resuelva, integra una comisión, y con eso basta”.

Pareciera que son muchas puñaladas para un solo martes.

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