El domingo acudirán a las urnas los veracruzanos mayores de dieciocho años. El padrón electoral estatal suma un poco más de 5 millones 784 mil personas, las que están en condiciones de emitir su voto. Ese día a las seis de la tarde, la mayor parte de los ciudadanos habrá colocado en las urnas correspondientes sus sufragios para presidente de la república, gobernador del estado, senadores, diputados federales y diputados locales.

Desde ayer jueves, como lo marca la ley, entramos en un periodo de veda de propagandas y discursos, de silencio obligado de los aspirantes a los cargos, y de reflexión personal para decidir por cuáles de los candidatos de los distintos partidos y coaliciones políticas vamos a votar.

Y por aquellos que votemos ese día, estaremos dando un voto de confianza que tendrá que ver con el futuro y con el progreso del estado y con la estabilidad y la tranquilidad de las familias veracruzanas.

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Pero antes de votar, qué es lo que debemos pensar. Más que en los aspirantes, en las campañas realizadas, en lo que dicen sus trayectorias políticas, y en sus propuestas como candidatos—muchas de ellas sin ninguna posibilidad de concretarse—, debemos pensar en lo que Veracruz necesita.

Y para pensar en lo que el estado requiere, debemos acordarnos de lo que ha ocurrido en las últimas administraciones, tanto en el orden federal como en el estatal.

Debemos recordar cómo ha afectado a Veracruz la corrupción, la impunidad, la delincuencia, el desinterés de los que han sido presidentes y la baja inversión productiva en amplias regiones del territorio.

Y también cómo han funcionado los gobernadores que hemos tenido en los últimos tiempos. Cuáles de ellos se dedicaron a gobernar y se acercaron al ideal del bien común. Cuáles de ellos no gobernaron y en su lugar se dedicaron a robar el erario.

Cuáles de ellos no se aliaron con las bandas delincuenciales o con los cárteles del narcotráfico. Cuáles entregaron obras de infraestructura y servicios públicos a los gobernados. Quienes fueron los que castigaron realmente la corrupción y la ineptitud. Quiénes de ellos vieron por el desarrollo regional y por el crecimiento económico de las zonas más dinámicas.

Quién de los prospectos a gobernador estaría en posibilidades de castigar con firmeza la corrupción de los duartistas que robaron las arcas públicas. Quién de ellos podría encabezar un verdadero programa de desarrollo social para atender al sesenta por ciento de la población en pobreza. Quién tomaría la Ley con la mano para acabar con la inseguridad pública en el campo y en las ciudades.

Queremos que Veracruz salga de los últimos lugares nacionales en términos de atraso económico y social, de pobreza y carencias de las familias, de asesinatos, de secuestros y desaparecidos.

Quiénes de los diferentes candidatos pueden unirse para brindar mejores condiciones a los veracruzanos.

El primer domingo de julio, antes de votar, debemos pensar primero en el Veracruz actual y en los veracruzanos que queremos para los años siguientes. Ese pudiera ser el mejor consejo a los electores. Esa es la reflexión fundamental en estos momentos.

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