Lo que ocurrió este lunes y martes en materia energética en la capital del país, demuestra que no resultó en vano el distanciamiento de Carlos Urzúa con el mandatario nacional. Cuando el exsecretario de hacienda se despidió en entrevista con Proceso, alertó las graves complicaciones que estaba ocasionando Manuel Bartlett a las relaciones políticas y comerciales con Canadá y Estados Unidos en el marco del tratado de libre comercio T-MEC.

Se trataba de los contratos relativos a los gasoductos que proveerán gas a la república mexicana, y donde están involucradas empresas de los tres países. A raíz de ello, hubo negociaciones cupulares y acuerdos que ayer se finiquitaron y se dieron a conocer en la conferencia mañanera del ejecutivo federal.

Carlos Slim como figura central del evento, firmó una alianza productiva con López Obrador, enviando la señal de que siguen juntos en el desarrollo nacional, convalidando con el acuerdo, el primer informe de gobierno lopezobradorista. Resultó muy oportuna la presencia y el mensaje del multimillonario mexicano.

Anuncios

El magnate dijo que gracias a estas cordiales negociaciones se tendrá acceso al gas más barato del mundo, consiguiendo además grandes beneficios económicos y ambientales. Agradeció a López Obrador que dedicara su tiempo a resolver este asunto, así como al Consejo Mexicano de Negocios y a los representantes de las empresas contratantes. 

También señaló que “el crecimiento económico es intrascendente; si no ha habido crecimiento, se debe a la falta de inversión. Se requiere una inversión masiva”. Cabe decir que Slim nunca mencionó a Bartlett.

Ya resueltos los temas contractuales, y a decir de AMLO, el país se beneficiará con un ahorro -habla hasta de 4,500 millones de dólares- que también permitirá a Slim invertir en otros proyectos estratégicos. Faltará ver el análisis de la letra chiquita de esos contratos para comprobar los dichos matutinos.

Con Estados Unidos se acabó el problema, ya que la empresa constructora del ducto marino Sur de Texas-Tuxpan, que mide 770 kilómetros de extensión, traerá diariamente al país 1.040 millones de pies cúbicos de gas, que en gran medida se destinará al desarrollo del sureste de México y a acabar con los apagones en esa región. 

El reencuentro Slim-AMLO es un claro indicador de confianza para los inversionistas y muestra que el principal hombre de negocios de México es buen consejero del presidente.  Andrés Manuel, por su parte, habrá entendido que la política es más importante, siempre y cuando no ignore a la economía y a sus importantes implicaciones. 

En otros reacomodos de los tiempos de la cuarta transformación, cabe señalar la conversión del PRD en la organización política Futuro 21, aunque por esa inopinada determinación, ayer mismo se hubieran bajado de ese partido dos prominentes figuras: Juan Zepeda y Alejandra Barrales.

Igualmente, una noticia que movió a buena parte del teleauditorio, fue el retiro obligado que Televisa hizo de Carlos Loret de Mola, uno de sus periodistas estelares, afecto al estridentismo y también ácido crítico del mandatario nacional. 

Este intempestivo movimiento de agosto, hace notar que los disminuidos negocios de la empresa quieren estar a tono con las políticas morenistas y con su avasallante líder transformador. Y entienden lo razonable del caso. Todo gran vencedor exige su propio contador de historias.   

Loret se volvió artículo de desecho. Los capitales van primero, antes que las personas, los gustos y las modas. 

Publicidad