En referencia a la entrega-recepción del gobierno estatal, el día de ayer Lorenzo Antonio Portilla Vázquez, el Auditor General del Estado, dijo que la transición debe ser ordenada, transparente y apegada a la legalidad, apuntando que los funcionarios salientes y entrantes están obligados a actuar con ética, con compromiso y pensando en el bienestar de los veracruzanos.

Este consejo o recomendación del titular del ORFIS refleja su preocupación institucional porque algunos funcionarios yunistas a punto de concluir gestiones este 30 de noviembre, pretendan irse por lo oscurito y con todo y reata.

Y esa preocupación es razonable, ya que en los años recientes del gobierno estatal han existido numerosas evidencias de la proclividad de los funcionarios a no observar las disposiciones reglamentarias e incluso a destruir documentos comprometedores que demostrarían desbarajuste y malos manejos administrativos y financieros.

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Tal preocupación se reflejó en Palabras Claras en su editorial del 22 de febrero anterior, titulado AL LIMBO DUARTISTA 75 MIL MILLONES DE PESOS. Ese día se señaló lo siguiente:

“El día de ayer la Auditoría Superior de la Federación (ASF) dio a conocer la última cifra de recursos públicos depositados a las cuentas del gobierno de Veracruz durante la gestión de Javier Duarte de Ochoa, que presentan irregularidades administrativas o financieras. Juan Javier Pérez Saavedra, el Auditor en funciones, reveló una cifra cercana a los 20 mil millones de pesos perteneciente a la tercera y última entrega de resultados correspondientes al año 2016.”

“Ante esta información, inmediatamente llega el recuerdo de lo expresado en enero del año pasado en el noticiero matutino de Televisa, cuando Juan Manuel Portal, el Auditor Superior de la Federación y máximo responsable de la fiscalización en nuestro país dijo al periodista Carlos Loret que él creía que Javier Duarte debería estar en la cárcel.”

“Hasta ahora, las cifras recuperadas por el régimen yunista son mínimas, comparadas con el robo descubierto. Los 19 mil 728 millones de pesos más, que dio a conocer ayer la ASF, llevan el posible desfalco a los setenta y cinco mil millones.”

“Esa escuálida recuperación y setenta y cinco mil millones de dudas es lo único que quedará para la historia de Veracruz. Una historia de corrupción, de irregularidades, de impunidad y complicidades que jamás nadie aclarará.”

Es muy probable que Portilla Vázquez evoque aquellos nebulosos días en que miles de millones de pesos desaparecieron como si hubiesen sido abducidos por alguna nave interplanetaria. Se sabe que con los expedientes que él si supo conservar, es como pudieron llevarse a cabo varias de las denuncias que hoy tienen presos o corriendo a varios duartistas que resultaron pillos de muchas o pocas suelas.

Ojalá que el Auditor tenga mano firme para exigir a los actuales funcionarios estatales el cumplimiento cabal de disposiciones, presentación de archivos y entrega de documentos y comprobantes de gastos, pero sobre todo que ellos muestren la evidencia física de que los dineros públicos fueron bien gastados en beneficio de la sociedad.

Por lo pronto, cabe recordar aquella expresión coloquial de que “papelito habla”.

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