Donald Trump y Andrés Manuel López Obrador han aprovechado el poder de las redes sociales que usan Internet. Sus triunfos electorales en Estados Unidos y en México dependieron en mucho de la difusión masiva que lograron con ellas en sus campañas políticas a la presidencia. 

En México estamos percibiendo a cada minuto aludes de comentarios y opiniones por esa vía que, en determinados momentos, han alertado y preocupado a no pocos ciudadanos y a actores políticos y sociales que saben que, en cualquier momento, la sociedad usuaria de esas redes puede encaminar acciones en favor, pero también en contra de ellos.

Uno de los actores veracruzanos que se sintió preocupado por las redes, es el Fiscal General de Veracruz, quien hace algunos meses decidió bloquear en su cuenta de Twitter al incisivo periodista Miguel León Carmona que reaccionó a tiempo y buscó la protección de la justicia federal contra la medida de Jorge Winckler, el fiscal en cuestión.

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El día de ayer, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) resolvió el caso en favor del periodista, señalando que el fiscal debe desbloquear al reportero, ya que no se puede alegar derecho a la intimidad—como argumentaba Winckler en su defensa—cuando la cuenta la utiliza para difundir y comentar información oficial.

El ministro Eduardo Medina Mora estableció lo siguiente: El Fiscal utilizó su cuenta para difundir y compartir información relacionada con su gestión, y al hacerlo colocó a su cuenta de twitter en una posición de mayor escrutinio público. 

Respecto al caso de Winckler, dijo la segunda sala de la Corte, los contenidos compartidos en la cuenta de Twitter de funcionarios tienen relevancia pública y es información de interés general. Por tanto, el abogado veracruzano debe desbloquear al reportero. Si se negara, el juez podría solicitar directamente a la empresa Twitter el desbloqueo correspondiente. Cabe señalar que el Fiscal veracruzano, en su propia cuenta, manifestó horas después su intención de acatar la resolución.

De inmediato, el coordinador de comunicación social de la presidencia de la república, aseguró que el gobierno federal acatará la resolución de la SCJN, aseverando que ningún servidor público puede bloquear a usuarios de redes sociales ya que debe protegerse el derecho a la información.

Este criterio vanguardista de los togados mexicanos hace pensar que en lo sucesivo habrá que tener piel gruesa para admitir junto con el encargo público, una disminución a la esfera de la privacidad.  

Y también habrá que poner las barbas a remojar en áreas como el periodismo y otras, puesto que también muchos reporteros y columnistas, estarán mayormente expuestos a la soberana libertad de expresión de la sociedad, quien muchas veces no está de acuerdo con las informaciones u opiniones vertidas en los medios de comunicación.

Por eso, en estos nuevos tiempos, de la tecnología y las redes sociales, bien vale la pena recordar la reflexión del filosofo español Fernando Savater: “Las redes sociales son una de las posibilidades de Internet… también son, a veces, una pérdida de tiempo y, otras veces, algo que permite a personas sin escrúpulos hacer el mal. No hay ningún juicio total en esto: todo lo que encierra una posibilidad encierra una amenaza.”

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