Se cuenta que en el siglo IV antes de Cristo, existió Diógenes de Sinope, un filósofo griego sumamente austero, que vivía en un tonel y estaba empecinado en predicar la sencillez física y moral en la existencia humana. Acostumbraba salir a caminar con una lámpara en la mano que, argumentaba, era para buscar hombres honestos.

Y el tema de la vieja lámpara, bien puede aplicarse a la desesperada búsqueda que están haciendo los partidos políticos para encontrar prospectos a senadores y diputados que puedan asegurar triunfos en la próxima contienda electoral, el primero de julio de 2018.

Donde se cree que ya acertaron, fue con el empresario Ricardo Ahued Bardahuil, quien acaba de ser inscrito como precandidato a senador por Morena. Va en la fórmula con Rocío Nahle, y con ellos como abanderados, las huestes de Andrés Manuel sienten que han hecho la mejor adquisición del año.

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Y no es un tema sencillo. Con tanto descrédito y desconfianza ciudadana hacia los políticos en Veracruz, pocos personajes pueden presumir un triunfo en las urnas ese día. Y en efecto, si usted coloca en una baraja a los diferentes prospectos a lo largo y ancho del territorio, descubrirá la dificultad de enlistar a una buena camada de candidatos a esas posiciones.

Lo más complicado, es que los que asesoran a los precandidatos a gobernador, no siempre tienen el buen ojo -que no la dichosa lámpara griega- para seleccionar a los que puedan con ese duro paquete.

El de Ricardo Ahued es un caso atípico. En los demás aspirantes, es como querer buscar una aguja en un pajar. Ya sabemos que en las distintas fuerzas políticas se están mencionando a hombres y mujeres que, en ocasiones, ni sus familiares y vecinos quieren respaldar.

Es posible que Diógenes haya acertado y que Ahued triunfe en la elección de senador y ayude a López Obrador en su tercera lucha contra gigantes. También suena y sueña Julen Rementería, como prospecto de la alianza PAN-PRD. En el PRI se habla de Juan Carlos Molina, y por MC, seguramente vendrá alguien como Armando de la Luz, otra vez.

Para candidatos a diputados, el partido tricolor va a enviarnos a los de siempre, apoyados a la mitad también, por los Yunes que tienen comprado el partido. Por los azules, los caciques y funcionarios aliados del yunismo. En Morena vendrán los perdonados por el peje, ahora amparados por su manto protector.

Y el día de la elección, con la boleta electoral repleta de nombres, cargos y partidos, la gente hará las marcaciones correspondientes. Pero lo hará como si fuera el Melate, marcando esperanzados las opciones y pensando mientras se rascan la cabeza: “¡A ver qué sale!”.

Pero exactamente igual, pensarán la mayoría de los candidatos. Mientras tanto, desde algún lugar del universo, Diógenes se preguntará si el fallo es del método o de las personas.

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