Entre los escasísimos políticos locales del PRI que en los últimos años han dejado una huella positiva en la opinión de los veracruzanos, sin duda debe mencionarse a Ricardo Ahued Bardahuil, un empresario xalapeño, que ha sido alcalde de la capital del estado, así como diputado local y federal.

Especialmente en estos tiempos de tanta dificultad y falta de credibilidad en el partido tricolor, en que sus dirigentes y militantes se preparan para la lucha más difícil de toda su historia, podríamos decir que si se busca hacer un papel decoroso en la elección de 2018 para gobernador y presidente de la república, este partido debería recurrir a sus principales activos productivos.

Y mucha gente piensa que Ahued es uno de esos activos de alta productividad entre el electorado, para asegurar el mejor resultado posible. Los priistas que realmente sienten la camiseta, los priistas de a pie, los que sí han recorrido las colonias de Xalapa y conocen sus verdaderas carencias, recuerdan la destacada e incluyente labor que él realizó como alcalde.

Anuncios

Recordemos que en 2004, cuando se le invitó a participar en la elección municipal para suceder a Reynaldo Escobar –el autonombrado “más alemanista de los alemanistas”–, obtuvo una de las votaciones más altas de las que se recuerdan en Xalapa, con casi 80 mil votos. Ya ex munícipe, fue electo diputado federal y más tarde diputado local. De esas incursiones parlamentarias, la sociedad todavía se acuerda de su postura valiente y decidida en contra de decisiones cupulares, que a su juicio, eran contrarias a los intereses de la población.

De su época como diputado local, también se recuerda su rotunda oposición legislativa al ex gobernador Javier Duarte y a sus disciplinados diputados, en su propósito de utilizar los recursos del 3 por ciento a la nómina para pagar deudas a los empresarios, negativa por la que fue bloqueado por importantes grupos de poder.

Por esas razones y su transparente trayectoria en la política y en la iniciativa privada, el patrón de casi 600 trabajadores de su empresa Casa Ahued S.A., seguramente será candidato a la senaduría en 2018, y de esa manera, un eficaz acompañante del contendiente a la gubernatura que designe su partido.

Gente como Ricardo Ahued son sumamente necesarias para atraer a un electorado que ya no cree en actores de blof y no quiere pillos encubiertos. La sociedad está asqueada de malos políticos y de alcaldes mediocres que ya sienten amarrada esa posición, como es el caso de Américo Zúniga Martínez.

No sea que a Ricardo Ahued lo lleguemos a ver como senador de la república, auspiciado por alguna otra fuerza política ávida de votos y que reconozca su valía.

Veracruz necesita renovar su maquinaría política con talento y honestidad.

Publicidad