El frío que empieza a permear en todo el país, parece que quiere meterse hasta en donde no debiera aparecer, como es el caso de la política o el difícil trayecto de los aspirantes del PRI, que contra todo, tratan de abrirse paso.

La situación requiere remediarse con urgencia, y más en el estado de Veracruz, concretamente en los asesores que manejan el proyecto de Pepe Yunes, quien la semana anterior, al presentar su informe como senador, hizo recordar a Pepe Meade y a la famosa canción Te pareces tanto a mí, que llevó a la fama el recordado cantautor Juan Gabriel.

De Pepe Yunes, el casi precandidato priista a la gubernatura veracruzana, debe decirse que es bueno que se parezca en lo honesto y en lo técnico a Pepe Meade, su gallo a la presidencia de la república. Pero lo que debe superar el peroteño, si en verdad quiere ganar las elecciones en Veracruz, es el tono, el acento, la sustancia, el contenido temático y el estilo discursivo de José Antonio Meade, el precandidato del PRI a la primera magistratura nacional.

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Porque es un hecho, que no será Meade quien arrastre a Yunes Zorrilla, sino al revés. Si en la campaña, Yunes Zorrilla no logra jalar al candidato presidencial, esto significará que los dos quedarán derrotados en Veracruz.

El tema trae el recuerdo de Salinas de Gortari, quien tuvo que desarrollar un discurso que pegara en la población. Como todos saben, Salinas era un tecnócrata emergido del esquema desarrollista implantado por el presidente Miguel de la Madrid.

A José Antonio Meade Kuribreña, quien ha demostrado un alto perfil técnico, no se le conocen antecedentes de corrupción, y además de ello, maneja una limpia imagen de armonía y estabilidad familiar. Pero a la hora de transmitir su mensaje político, no logra conectar con la audiencia, aunque sus publicistas hagan un gran esfuerzo para meterlo en el ánimo de la población.

Y sabemos que después vendrán los debates ante los contendientes de otros partidos o alianzas. Imaginemos un encuentro de esta naturaleza con los otros contrincantes y sus fortalezas y empecinamiento discursivo, como Andrés Manuel y Ricardo Anaya, por citar a los más seguros.

Situación parecida en Veracruz con Pepe Yunes. Qué hará o qué dirá en ese momento el candidato tricolor, ante Miguel Yunes Márquez o Cuitláhuac García o los demás contendientes, durante los debates que organizará el OPLE antes de la votación de julio de 2018.

Mucho tendrá que mejorar Pepe. Al senador no se le percibe pragmática lingüística, sus mecanismos argumentativos no son fónicos, sintácticos ni semánticos, tiene que desapolillarse.

Contrario a lo que sus acomedidos y atrevidos musitan, lo que se ha notado de él, y sobre todo, lo que se vio y escuchó en su informe cibernético de la semana pasada, no augura cosas buenas. Justamente en esos quince minutos pregrabados, surgió el recuerdo de esa gastada canción del filósofo de Ciudad Juárez.

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