La historia, la antropología y la arqueología conocen desde el siglo XIX la significancia del poblado veracruzano de Tres Zapotes en el desarrollo de diversas culturas precolombinas de Mesoamérica, fundamentalmente la olmeca y la maya.
En ese sitio perteneciente al municipio de Santiago Tuxtla, se encuentra una gran cabeza olmeca y otras menores talladas en cantera que, a decir de los estudiosos, pudieron haber trasladado a través de los ríos, los aventajados olmecas pobladores de grandes porciones de los estados de Veracruz y Tabasco. Allí se encuentra una de las 17 cabezas colosales olmecas y un pequeño museo que resguarda vestigios que pueden tener una antigüedad de hasta cuatro mil años.
De esa pequeña población de los Tuxtlas también es Jazmín de los Ángeles Copete Zapot, una esforzada e inteligente abogada que ha sido regidora, alcaldesa, diputada local y federal, y recientemente candidata a senadora de la república por la coalición PAN-PRD, contando siempre con el apoyo incondicional del dirigente cañero y político perredista Arturo Hervis.
Después de la pasada derrota electoral, desde hace algunas semanas la diputada Copete Zapot ha enderezado sus trabajos políticos a la creación del municipio 213 de Veracruz. Precisamente ese es uno de los últimos temas que están tratando en el congreso del estado los diputados de la legislatura saliente a la que ella pertenece.
Independientemente de que avanzara o no esa propuesta en los escasos días que le faltan a esa representación, bien pudiera plantearse (al estilo AMLO) la utilización de una consulta ciudadana para determinar si los que ahí habitan están interesados en constituirse en municipio libre.
Los que se han opuesto a esa idea, han argumentado la escasa población que no llega a cinco mil habitantes. Otros arguyen que es la tercera ocasión que lo intentan y que existen merecimientos para lograrlo.
Pero hay maneras adicionales para conseguirlo: una de ellas es dirigiendo las naves y los esfuerzos hacia otros confines políticos, como podría ser la incorporación en masa al partido Morena. Por qué no imaginar el próximo primero de diciembre, una publicitada entrada triunfal a ese partido, por parte de Arturo Hervis, Jazmín Copete, sus seguidores, beneficiarios y socios empresariales y electoreros, con Rogelio Franco como estandarte, una vez que fenezca el compromiso bianual con Yunes Linares.
Entonces sí, existirían altas posibilidades de abrir la legislatura, consolidar el ansiado municipio 213 y concretar una de las ambiciones personales de Jazmín.
Pasar a la historia como la mujer más importante nacida en ese idílico y pintoresco pueblecillo de la tierra de los brujos y los hechizos, que si pudiera, también pretendería la gubernatura.
Y como resultado de esa jugada maestra, Tres Zapotes presumiría dos grandes orgullos: una cabeza olmeca y una mente con grandes aspiraciones.
