Además de la obligada presencia del gobernador Yunes Linares ante el congreso del estado este mes de noviembre, la comparecencia estelar que los diputados morenistas buscarán para hacer todo un circo romano, será la del secretario de finanzas Guillermo Moreno Chazzarini.

Esa comparecencia será la oportunidad única en que los honorables legisladores locales podrán saber con alguna exactitud cómo andan las verdaderas cuentas de los veracruzanos.

Seguramente los más preparados ya están enumerando los cuestionamientos que harán al exfuncionario boqueño y excontralor estatal por unos meses, que en julio de 2017 tuvo que partir a SEFIPLAN a sustituir a Tula Guerrero, quien prefirió seguir el viejo consejo de “es mejor aquí corrió, que aquí murió”.

Anuncios

En realidad, con tan pocos resultados de gobierno en este año, la legislatura bien podría suspender las demás comparecencias y centrarse en conocer cómo quedaron los dineros del erario, después del cambio que no se dio. Pero el problema es cómo sacarle a Moreno la información, si es un tipo más resbaladizo que un robalo en pleno escape.

De su pequeña época de contralor del estado, desde diciembre de 2016 este portal lo dibujó en el editorial UN CONTRALOR SILENCIOSO de la siguiente manera:

“El silencio no siempre indica prudencia, sencillez o disciplina. Lo vimos durante la administración duartista en la persona del ex contralor Ricardo García Guzmán. Guardó silencio casi toda su gestión, callando las tremendas irregularidades que se cometían en muchas áreas, incluso la que él encabezaba.”

“En 23 días de esta administración hemos conocido las frecuentes conferencias de prensa del gobernador Miguel Ángel Yunes Linares y las entrevistas de varios de sus secretarios de despacho. Pero extraña la poca difusión de lo que está haciendo Guillermo Moreno Chazzarini…”

“El silencio de su gestión no es congruente con la situación de crisis y desorden que dejó la gestión de Javier Duarte.”

En este 2018, los diputados no deberían desaprovechar la oportunidad para que ellos y los veracruzanos conozcan temas como el importe real de la deuda con bancos, el monto de las obligaciones pendientes con entidades como el SAT o el IPE,  los saldos que no pagaron a empresarios, la cantidad que el Estado debe por laudos laborales, el estado de los fideicomisos estatales, la opaca transferencia de los bienes que le quitaron a los duartistas y a su líder, y adicionalmente, saber cuántos cientos de miles de despensas electorales y millones de pesos representaron la única política social yunista en sus dos años.

Y si los cuestionadores quieren algo de masoquismo, preguntarle al compareciente, cuál es el escenario de la economía y las finanzas públicas estatales que dejan para los siguientes años.

Este morenazo con callo para callar y obedecer, debe ser el centro del circo de las apabullantes comparecencias que pretenden realizar los morenistas. Las demás de plano debieran reducirlas a un intercambio de saludos, si consideramos que el jefe Yunes, salvo dos o tres casos, dio dos generosos años de vacaciones a su gente del gabinete.

Publicidad