Diversos grupos ciudadanos han comenzado a trabajar en serio para que el diputado federal José Francisco Yunes Zorrilla se convierta en el próximo gobernador de Veracruz. Los que promueven esa candidatura observan una serie de condiciones que les aseguran que el político nacido en Perote llegará al palacio de gobierno en Xalapa. Y en esa idea, argumentan algunas consideraciones que habrá que tener en cuenta.
La primera es que Pepe Yunes es una persona que jamás ha sido mencionada en un tema de corrupción o deshonestidad de ninguna índole. Al mismo tiempo, recuerdan que es un individuo preparado en lo profesional y un hombre que tiene una visión de Estado y un conocimiento de la economía y de la administración pública.
La segunda consideración es que al haber recorrido varias veces la entidad, Pepe Yunes es una persona bien conocida en los 212 municipios, mostrando siempre una actitud humana y sencilla, dispuesta a apoyar a la población.
Otra más, advierten, es que él podría unificar a todas las corrientes de opinión, a todos los partidos opositores, al sector empresarial, a los intelectuales, a los grupos independientes y a la disminuida clase media que ya no quiere saber nada de la engañosa 4T y sus criticados paladines.
Y ese objetivo lo ven más cercano cada día, tomando en cuenta una serie de señales que parecen inobjetables. En primer término, dicen, debe recordarse que López Obrador pudo llegar a la presidencia de la república, solamente cuando todos los mexicanos de todos los partidos y colores lo apoyaron, creyendo en la esperanza que decía representar, y que el tabasqueño olvidó a los pocos meses.
Pero tres años después, en la Ciudad de México los decepcionados chilangos le cobraron las mentiras en las urnas y lo llevaron a perder la mitad de los votos que le habían obsequiado en 2018. Insisten los del equipo que acompaña a Pepe, que en Veracruz existe un inconfundible efecto similar que puede favorecerlo en 2024, porque entre quienes antes votaron por AMLO, crece abrumadoramente el descontento y ocurre tanto en zonas urbanas como rurales.
La otra señal es que Pepe Yunes es el único que puede acercar al grupo de Yunes Linares, al grupo de Julen Rementería y hasta al grupo de Héctor Yunes. Además de que Dante Delgado podría ser el partido que le dé plataforma para contender. Y, sobre todo, reconocer que en este momento no hay figuras en toda la oposición que pudieran realizar una jornada por pueblos y ciudades en favor de una candidatura común, a excepción de Yunes Zorrilla.
Y en el sector empresarial también existen personalidades que lo respaldan. Aunque ocurre lo mismo con Juan Manuel Diez, es un hecho que Pepe es mucho más conocido que el orizabeño, quien además es proclive al regionalismo y al elitismo de clase.
El PRI como solución de alternancia, no es en este momento opción, lo es la unificación de esfuerzos para retomar el orden y la tranquilidad en Veracruz. Por eso el analista político Raymundo Riva Palacio insiste en la sepultura de un dinosaurio putrefacto que todos detestan y que debe reencauzar a sus adeptos en otra dirección más asequible.
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Y hay otra interesante señal: su gran amigo José Antonio Meade, acaba de ser integrado al consejo de administración del poderoso Grupo Chedraui, cuyo origen es en Xalapa. Posiblemente esto indique alguna conjunción de estrellas favorables que iluminen los caminos veracruzanos del diputado federal.
¿Podrá Pepe Yunes recuperar los restos priistas, conciliar a todos los sectores productivos y a todas las fuerzas opositoras para conducirlas por un camino que termine en el palacio de gobierno de Veracruz en diciembre de 2024?
José Francisco Yunes Zorrilla es el único que tiene clara la pregunta en su mente y el único que puede buscar las respuestas adecuadas en el territorio estatal o donde estas se encuentren y el único que sabe cuánto ha sido el costo de los acomedidos sin fuerza y los metálicos asesores de los que suele rodearse.
Estimados lectores, esta sección les desea una feliz Navidad y un 2022 lleno de satisfacciones.