El día de hoy, cuando se cumple la cuarta parte de la gestión bianual de Miguel Ángel Yunes Linares como gobernador de Veracruz, y ante una serie de circunstancias que preocupan a los veracruzanos, es pertinente recordar el fuerte y certero pronunciamiento que hizo el actual mandatario contra el régimen anterior, a través de un documento presentado por él a principios de diciembre de 2013.

Esa ocasión el licenciado Yunes Linares criticó acremente a la gestión duartista, al examinar el Tercer Informe de Gobierno, haciendo comentarios como estos:

“Doy mi opinión, porque al igual que millones de veracruzanos, quiero que las cosas cambien para bien, y porque creo que no debemos esperar a que la situación empeore aún más y a que concluya este gobierno… Sería más cómodo no hacerlo, no correría riesgos, pero no soy cobarde, no soy de los que usan las manos sólo para aplaudir y la voz sólo para elogiar”.

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“Un gobernador inteligente reconocería la crítica como un elemento útil para la reflexión. …Su gobierno ha continuado el desorden financiero y aceleró el endeudamiento…”.

En su documento de ocho cuartillas “Veracruz… ¿las cosas bien hechas?, elaborado a partir de los datos de dicho Informe, Yunes Linares hizo un desglose de los temas torales, agregando serios cuestionamientos sobre la deuda con los bancos, el desorden de las finanzas públicas, la creciente pobreza y el incremento de la inseguridad. En esa ocasión, remató su presentación de la siguiente manera: “Concluyo esta intervención con una frase de Thomas Mann: “Con el tiempo, es mejor una verdad dolorosa que una mentira útil”.

El célebre llamado de atención yunista al duartismo, llega a la memoria en tiempos en que la población veracruzana sigue sufriendo la terrible inseguridad y la desaparición y asesinato de personas en zonas urbanas y rurales. En un tiempo en que los resultados gubernamentales no llegan, y cuando los servidores públicos, más parece que están en campaña electoral. Cuando los programas de gobierno se reducen sólo a la entrega de miles de despensas, desplazadas a todo el territorio por un ejército de empleados que funcionan como operadores políticos, moviéndose disimuladamente en cientos de vehículos nuevos con placas de los estados de Puebla y Morelos.

Llamado de atención, que en algunos aspectos, bien podría aplicarse a esta administración, en lo referente también a la deuda con la banca, cuando olvidando el desorden duartista, los diputados del Congreso del Estado, de manera irresponsable autorizan a 12 ayuntamientos a endeudarse por un monto total de 347 millones de pesos, estando sólo a siete meses de que sus alcaldes concluyan su gestión. Doce municipios urbanos y rurales, entre los que destacan por el importe de los empréstitos, Boca del Río, Tantoyuca, Pueblo Viejo y Tuxpan, con sumas que se pagarán durante los próximos diez años.

Estos préstamos al cuarto para las doce, hacen recordar al municipio de Tuxpan –con nuevo crédito–, uno de los más endeudados del estado, cuya deuda creció en 220 millones de pesos tan sólo en 2013, precisamente unos meses antes de que su alcalde Alberto Silva, dejara el municipio para trasladarse a la ciudad de Xalapa con la pretensión de convertirse en el delfín sucesorio del duartismo, situación que no consiguió.

Creemos que con ese antecedente de desorden y mala administración, puesto en evidencia por Yunes Linares en diciembre de 2013, y por lo que está aconteciendo ahora en el estado, es preciso preguntarnos si en Veracruz se están haciendo bien las cosas y si es necesario tomar medidas correctivas.

Mientras tanto, recordar la bella canción veracruzana de “La bruja” no va mal… Ay! que bonito es volar a las dos de la mañana a las dos de la mañana ¡ay! que bonito es volar, ¡ay mamá!…

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