Ángel Ochoa Pérez, el delegado de Gobernación en el estado, informó ayer que se ha reunido con representantes de todos los partidos y que sin distinción alguna se aplican los programas federales en la entidad.

Señaló que hay seis delegaciones acéfalas, donde será el Presidente de la República quien nombrará a los responsables. También dijo que es el propio Ejecutivo, el principal vigilante de los delegados federales.

Ochoa Pérez rechazó tocar el tema de la desaparición del delegado de la CONAFOR, Martín Gelacio Castillo Calipa, del cual no se tiene información desde hace varias semanas, ignorándose su paradero y temiéndose por su vida.

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La actitud indiferente y lejana del funcionario de Gobernación, no es extraña en Veracruz. Desde que fue nombrado en febrero del año pasado, muy poca información fluye sobre las acciones que lleva a cabo el Gobierno Federal en el estado, que se supone, realizan los 62 representantes que tiene en la entidad.

Su falta de resultados, probablemente se deban a su bajo perfil profesional, o a sus antecedentes como secretario adjunto del Partido Revolucionario Institucional en la Ciudad de México, y antes de ello, por su enquistada posición como dirigente en la Federación de Estudiantes Politécnicos, donde era ampliamente conocido como “El Ochoa”, por sus actividades porriles, como en su tiempo lo difundió la reconocida revista Proceso.

Entre los temas que el sector empresarial hará llegar al Presidente Enrique Peña Nieto y al titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), se encuentran algunas de las irregularidades en que ha incurrido el director del Centro SCT en Veracruz, como el caso del famoso dragón para “arreglar” las carreteras federales de la entidad, el ingeniero Miguel Ángel Vega Vargas, quien llegó al cargo apenas en diciembre pasado, sustituyendo a William Knight Bonifacio.

Desafortunadamente el delegado de Gobernación es una persona que ignora lo que sucede   bien a bien en Veracruz, aunque eso sí, es un personaje con fuertes habilidades para la grilla de bajo nivel. Quizá por eso los diputados federales de la entidad lo han ninguneado y se resisten a plantearle la problemática de sus representados. O será que como dijo el año pasado, todavía durante los últimos meses del régimen duartista, acusando a los periodistas: “es que están exagerando la situación”.

Lo cierto es que Ochoa Pérez es un personaje que sólo se ha dedicado a disfrutar los cortejos que con frecuencia le brindan algunos de sus compañeros delegados, quienes en calidad de “acomedidos”, buscan quedar bien con el supuesto enviado de Miguel Ángel Osorio Chong, el Secretario de Gobernación.

En Veracruz, los titulares de las delegaciones federales sólo han demostrado un bajo nivel profesional y político que abone a la causa del también deteriorado gobierno de Peña Nieto. Por lo que se avizora, el trabajo de muchos de ellos rinde frutos sólo para sus causas personales, tal es el caso de la delegada de Desarrollo Social, Anilú Ingram y del propio delegado de la SCT, que presumen avances en sus áreas, aunque los resultados sociales son adversos.

A todo esto se suma la incorporación en la delegación del ISSSTE, de la ex alcaldesa  xalapeña Elizabeth Morales, quien poco ayuda a este empequeñecido grupo de funcionarios federales.

Hoy como nunca, “El Ochoa”, Anilú, Vega Vargas y la propia Elizabeth, hacen recordar, a la inversa, el eslogan que utilizaba esta última: Veracruz sí está sólo.

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