Dicen que la verónica es el pase fundamental del toreo, una actividad recreativa y comercial en torno a los toros de lidia, que diversos grupos ciudadanos del mundo quieren erradicar por considerar su carácter criminal contra esos indefensos animales que, según los inconformes, no tiene nada cercano al arte que esgrimen sus tradicionales defensores.
La verónica de la tauromaquia es un lance o suerte al inicio de la corrida donde el torero maneja magistralmente el capote cuando el toro embiste, dejándolo pasar embravecido a su lado y hasta acariciándole los lomos con la roja tela.
De esa clase de verónicas, son las que suele aplicar Verónica Hernández Giadáns, la fiscal del estado ante la mayoría de problemas y casos que no puede afrontar ni resolver en su gestión al frente de la institución supuestamente procuradora de justicia.
Para no abundar en todos los casos pendientes, que nada tienen que ver con los pulcros informes que se presentan en una comisión que se reúne cada semana y a la que denominan la mesa de coordinación para la construcción de la paz (COESCONPAZ), sólo se mencionarán los que en estos días salen a relucir respecto a la Fiscalía de Justicia en Veracruz.
Uno de ellos es el caso de los asesinatos políticos o de periodistas o ambientalistas que no tienen avances (Juan Carlos Molina, por ejemplo). Otro más el informe que acaba de dar la Comisión de Búsqueda que habla de 300 desapariciones no resueltas favorablemente, de un universo de mil 700 este año. Uno muy visible en la capital del estado, es la desaparición de 5 jóvenes en una cervecería de Palo Gacho, en el municipio de Emiliano Zapata. Otro sería el de los 72 puntos positivos con restos humanos en la localidad El Arbolillo en el municipio de Alvarado.
El otro caso que en estos momentos se comenta por la población de la zona centro del estado, es el relacionado con los terrenos de La Guapota en el municipio de Úrsulo Galván, donde se dice que varias personas fueron asesinadas o enterradas en fosas del lugar como si fuese un campo de exterminio, según informan algunos colectivos de búsqueda que no dejan de insistir en localizar a sus familiares desaparecidos. La Guapota es una localidad ubicada cerca de la costa y entre la comunidad de Paso de Doña Juana y la playa Juan Ángel, donde se cuenta que hay un cementerio clandestino de 7 hectáreas.
Pero pobladores de Úrsulo Galván han llegado a mencionar que sospechan de la existencia de más fosas con restos en otros terrenos baldíos y alejados de pueblos y rancherías en los límites con el municipio de Actopan, en caminos vecinales donde con inusitada frecuencia observan el paso de vehículos foráneos en horas de la madrugada.
Todos estos asuntos sin solución, junto a decenas más de expedientes que esperan la acción de la justicia, evidencian la ineficacia de Verónica Hernández Giadáns. Pocos resultados los de la fiscalía veracruzana, donde la titular, siempre vestida con donaire y muchas luces, hace gala de artísticos movimientos al estilo de las aplaudidas suertes del toreo español, esencialmente la distractora y vistosa verónica.