Jesús Lezama

Quis custodiet ipsos custodes? Juvenal lo dijo y Platón asoció la frase lapidaría del poeta romano a su filosofía sobre la corrupción política. ¿Quién vigilará a los vigilantes? Más o menos por ahí va, pero se entiende. Lo que no se entiende es la tolerancia y el fomento de la corrupción que galopa como caballo desbocado y que conlleva, inevitablemente, a la impunidad, y ésta a una estructura criminal reforzada y fincada en instituciones creadas para su propia protección, llámense contralorías o fiscalías anti lo que quieran, pero están hechas a la medida del crimen organizado desde el mismo gobierno.

Tons, ¿quién fiscalizará a los fiscales?

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