Jesús Lezama
Ayer, fiel a su costumbre llegó impuntual. Con rostro adusto intimidó a los presentes y conmemoró los 169 años de la Gesta Heroica de los Niños Héroes. Las últimas apariciones públicas. Su viaje será lejano, quizá para nunca volver, sabedor de sus pecados. Septiembre mes de festejos fingidos.
Sus actitudes nos recuerdan a Francisco Franco, desde la visión del historiador Paul Preston. El Caudillo de España utilizó la corrupción para controlar a sus allegados y colaboradores. Ellos saben cómo mezclar premio y chantaje; dejan hacer cosas y luego amenazan con acusarles de ilegalidades.
En ambos casos, la idea de servir no era para el beneficio público, sino para el privado. El de acá no se preocupa por su aldea, se preocupa por él mismo. Vive detrás de una serie de máscaras y usa la más adecuada.
El misterio, ayer y hoy, forma parte del teatro político. Aquél fue vulnerable, el de aquí lo está siendo. Ambos vivieron en su caparazón.
