Jesús Lezama

Los pueblos a veces se equivocan y a menudo la pagan caro. Por regla general, los pueblos tienen los gobiernos que merecen tener, aunque luego se arrepientan. Palabras más palabras menos, lo dijo Mario Vargas Llosa con la elocuencia que lo caracteriza. Elegir a alguien, para cualquier cargo público, de manera equivocada, dijo el flamante Premio Nobel de Literatura, “es una ceguera que hay que combatir de manera clara, recordando lo que significa para un pueblo equivocarse, en términos de corrupción, en violencia, en restricción de las libertades, en frustración”. Sin embargo, más de dos mil años atrás, Platón, el filósofo griego seguidor de Sócrates y maestro de Aristóteles, lo había dejado más que claro en una sola frase: “El precio de desentenderse de la política es el ser gobernado por los peores hombres”.

Publicidad