El escritor Leonardo Sciascia, considerado como “la conciencia crítica de Italia”, escribió en su obra Sin esperanza no pueden plantarse olivos:

La mafia (en Sicilia) ha sido vista de un modo prevalente desde el exterior. ¿Cómo puede ser analizada desde el interior de la condición meridional?

El “Estado como piel”, diría Ortega (y Gasset). O sea, la mafia como piel.

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