Jesús Lezama

Landeros y Lezama se encontraron en la cafetería de todos los días. Después del acostumbrado saludo, Landeros dijo:

-Me gustó lo que dijo hoy Francisco, el Papa. ‘La corrupción degrada la dignidad de la persona y destruye los ideales buenos y hermosos. La sociedad está llamada a comprometerse concretamente para combatir el cáncer de la corrupción que, con la ilusión de ganancias rápidas y fáciles, en realidad empobrece a todos.’

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Lezama preguntó:

-¿Qué llamó tú atención de esas palabras?

Landeros guardó silencio y contestó:

-Que la corrupción es un cáncer que empobrece a todos. Mira, a él si le creo que lo diga de corazón, a AMLO no. Los nuevos funcionarios vienen desatados y sin dinero. 

Tranquilízate, relájate, pidió Lezama. Solo son discursos de buena fe y esperanza.

-No. Mira que salir a defender al embajador de México en Argentina, después de que fue captado en la librería El Ateneo robándose un libro, no tiene perdón. Que mal hace AMLO defendiéndolo.

Lezama sorbió el café hirviente, suspiró y pensó: cada día crece el arrepentimiento en la sociedad. El poder y el dinero hace que los de la 4T olviden sus mandamientos: NO robar, NO mentir y NO traicionar. Todo sigue igual y va para peor.

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