Jesús Lezama

Cuando alguien quiere cazar Cerdos salvajes: Lo primero que debe de hacer es ponerles alimento, los cerdos son muy desconfiados como cualquier otro animal que conoce al hombre, desconfían de todos y de todo, hasta de ellos mismos, así que hay que implementar una pequeña cerca, que sea inofensiva, pero que crezca, que no falte el alimento fácil y siguen yendo cada día a comer. Después de un tiempo, la cerca ya está terminada porque está el alimento para cerdos dentro y ese último día simplemente se cierra la red y todos quedan atrapados.

Así se teje y se teje fino. A los incautos becas y apoyos, pensión, etc. A los de clase, compras del gobierno y obras; a los clanes, a los líderes, puestos y componendas. A los detractores, el congelador, y a los enemigos persecución y muerte política o real, la que aplique.

Ha llegado una hora triste para México al grado de que si los políticos roban poquito, son buenos. Pero en última instancia ahora peligra nuestra libertad y paz social. La cerca está hecha y el alimento no deja de caer y todos, parece, que ciegamente transitamos hacia la gran trampa.

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Cuba, Nicaragua y Venezuela cayeron. 

Al demonio le sobra el dinero, lo caga. Lo que necesita fervientemente son almas de los incautos que prefieren recibir unos pesos a cambio de su alma. Y está bien recibir los pesos, pero no den el alma por favor. 

El bien acaba siempre venciendo al mal.

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