Ciudad Cardel se ubica a pocos kilómetros del litoral veracruzano y casi a mitad del camino entre Xalapa y la zona metropolitana de Veracruz-Boca del Río. Dentro de esa población de 30 mil habitantes que es cabecera del municipio de La Antigua, se encuentra el ingenio azucarero “El Modelo”. El asentamiento humano surgió en el año de 1892 como San Francisco de las Peñas, gracias a que se estableció allí una de las estaciones del Ferrocarril Interoceánico. En 1925 se le denominó Villa José Cardel y en 1975 alcanzó la categoría de ciudad. 

Esa denominación surgió a partir de un decreto gubernamental de mayo de 1925 para honrar la memoria de José Cardel Murrieta, un mártir campesino que fue asesinado en la lucha agraria posrevolucionaria ocurrida en la década de 1920 a 1930. Sus restos mortales –al igual que los de Úrsulo Galván y otras destacadas figuras del agrarismo veracruzano—se encuentran en un mausoleo ubicado en la cima del cerro Macuiltépetl en la ciudad de Xalapa. 

José Cardel vivió entre los años de 1890 y 1923.  Nació en la localidad de Carretas en el municipio de Paso de Ovejas; en diversos años radicó en el pueblo de Salmoral y en las ciudades de Veracruz y Xalapa. Estudió leyes, participó en batallas importantes y destacó en el ejército mexicano, en el que alcanzó el grado de Mayor, antes de retirarse. Fue militante del Partido Comunista.

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En el municipio de La Antigua empezó su lucha por el campesinado y participó en las gestiones para la creación del ejido Salmoral cuando se inició el reparto de tierras que ordenaba la Ley Agraria de 1915 expedida por el presidente Venustiano Carranza. También formaba parte del equipo de agraristas que ayudó a crear los primeros comités agrarios en el estado. Eran tiempos en que los campesinos estaban dispuestos a defenderse de las frecuentes agresiones de los pistoleros contratados por los hacendados para impedir la dotación de ejidos. A principios de 1923, junto a Úrsulo Galván fundó la Liga de Comunidades Agrarias del Estado de Veracruz, apoyada por el gobernador Adalberto Tejeda. Se eligió a Galván como presidente, a José Cardel como el primer secretario, Antonio M. Carlón el segundo secretario e Isauro Acosta el tesorero.

En octubre de ese año Úrsulo Galván tuvo que salir del país para acudir al Primer Congreso de la Internacional Campesina de orientación roja en Moscú. A cargo de la Liga y como presidente sustituto quedó José Cardel. Pero en esas semanas se suscitó el levantamiento del secretario de hacienda Adolfo de la Huerta contra el gobierno de Álvaro Obregón, que apoyaba la candidatura presidencial de Plutarco Elías Calles. Con respaldo de los latifundistas hubo alzamientos en Veracruz por militares afines a de la Huerta, quienes tomaron varias ciudades importantes. Cardel y Carlón organizaron a los campesinos para defender los logros agrarios desde las oficinas de la Liga en Xalapa, donde también era el domicilio de José Cardel y su familia. Lamentablemente, y así como les había ocurrido en su modesta vivienda de Salmoral en ocasiones anteriores, hasta la capital del estado llegaron guardias blancas y militares alzados para apresar al líder agrario que afectaba sus intereses. 

A mediados de diciembre lograron detener a Cardel y fue llevado a la cárcel de Veracruz. De ahí fue trasladado por uno de los jefes alcistas a un cuarto en construcción que ocuparon temporalmente como cárcel y que era la base del tanque de almacenamiento de agua de la estación del ferrocarril en San Francisco de las Peñas. La madrugada del 25 de diciembre de 1923, el prisionero fue sacado subrepticiamente de su encierro para someterlo a brutales torturas que le provocaron la muerte en los llanos cercanos al poblado de Mozomboa en el municipio de Actopan, a unos 20 kilómetros de la actual Ciudad Cardel.

En un texto biográfico, su hijo Armando Cardel Aguilar narró las últimas horas del valiente agrarista. El 24 de diciembre por la mañana, su esposa María Aguilar Rebolledo le llevó café caliente a la cárcel de Veracruz, pero ya no lo vio. Después de insistir mucho, obtuvo la información de que lo habían trasladado a San Francisco de las Peñas. Días más tarde se enteró de la horrible muerte que le dieron los pistoleros el 25 de diciembre: “Después de sacar a José Cardel de su encierro, le cortaron las plantas de los pies y así lo hicieron caminar varios kilómetros hasta un lugar denominado Mozomboa, en donde con toda crueldad y salvajismo le cortaron la lengua, lo apuñalearon y a manera de blanco, cada uno de los asesinos pasaba por turno a disparar a un hombre inerme, diciéndole “¿Querías tierras para tus campesinos? ¡Pues ahí te van tus tierras!”, y para terminar el festín (ya montados a caballo y con reatas de lazar), optaron por despedazarlo, jalándolo de piernas y brazos a cabeza de silla”. Cabe señalar que la terrible muerte del líder no desalentó los esfuerzos agraristas ya que su pensamiento y valentía lograron trascender a través de los corridos populares que surgieron entre la gente y permitieron ensalzar su figura y transmitir su ideas y acciones en favor de los campesinos.

26 años después de aquel asesinato, el gobernador Ángel Carvajal formó una comisión para buscar los despojos abandonados en el monte actopeño. Algunos días de investigación permitieron encontrar los fragmentos de hueso casi pulverizados, mismos que fueron incinerados y las cenizas llevadas para su velación religiosa en la comunidad de Salmoral. La urna se trasladó en cortejo fúnebre hasta Xalapa, para ser depositada el 28 de julio de 1949 en uno de los nichos del monumento erigido en lo alto del cerro, junto a los restos de Úrsulo Galván, su leal compañero de luchas campesinas, fallecido en 1930 por complicaciones en una operación quirúrgica.

Aunque poco se habla de él en los libros y en las escuelas, en los municipios de La Antigua, Paso de Ovejas, Puente Nacional, Emiliano Zapata, Xalapa, Actopan, Úrsulo Galván y demás poblaciones del centro del estado, los viejos trabajadores del campo han venido transmitiendo a las nuevas generaciones el honroso legado y el sacrificio atroz del destacado líder campesino. Dentro de dos años se conmemorará el centenario de su muerte y se sabe que en Ciudad Cardel y en toda la región se preparan los honores que merece tan insigne personaje del agrarismo veracruzano.

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