La reserva ecológica de Pancho Poza ha sido amenazada por parte de un particular que se adjudicó parte del terreno como suyo y por parte de las autoridades municipales que realizan obras en la zona sin los requerimientos necesarios, denunciaron pobladores de Altotonga.

En conferencia de prensa, Margarita León Alarcón, denunció que las autoridades municipales han permitido a Rosalino Galindo la construcción de una barda que impide el acceso al río, bajo el argumento de que esa zona es de su propiedad.

“Este lugar ha sido invadido y saqueado desde hace varios años por intereses particulares de un ciudadano protegido y por el Ayuntamiento que ha hecho de las suyas. Rosalindo Galindo derriba árboles, en las vacaciones pasadas hizo un estacionamiento en donde albergaba a 150 automóviles a los que cobraba 50 y 80 pesos y cuando no son vacaciones usa el área como potrero. Su última hazaña es construir una barda de 2 metros de altura para cerrar el paso al río”.

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Relató que además el Ayuntamiento ha abonado a la destrucción de esta zona permitiendo tomas de agua desde las aguas de este afluente y dando permisos para el derribo de árboles.

Por ello, dijo que hay omisión por parte de las autoridades no solo municipales sino estatales, a través de la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema) y de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), que no han frenado de manera contundente las obras en este lugar.

Reprochó que de estas acciones se ha informado al Ayuntamiento de Altotonga, pero hasta ahora nada se ha hecho, pues aunque la Profepa acudió a clausurar la obra, apenas unos días después nuevamente se iniciaron los trabajos.

“Pareciera que trabajan de común acuerdo. Rosalino dice que tiene escrituras que lo avalan, pero pensamos que son de dudosa procedencia porque es su estilo adjudicarse predios y crear una escritura porque conoce a qué notario recurrir”.

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