El ruido que se registra en el centro de la ciudad supera la tolerancia del ser humano, aseguró el integrante del Centro de Estudios de Derecho, Juventud y Pobreza A.C, Alberto Macario Hernández.

Y es que señaló que de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS) el límite permitido es de 30 decibeles, pero en el centro de la ciudad se tienen mediciones de hasta 65 decibeles.

El activista advirtió que el ruido urbano provoca consecuencias alarmantes en la salud del ser humano, como la misma muerte.

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Lamentó que actividades como el perifoneo, vendedores, el ruido de los camiones de gas, publicidad auditiva sin verificación, bandas musicales, antros y locales, afectan gravemente la salud de los xalapeños.

Más aún, criticó que hasta ahora el alcalde Américo Zúñiga Martínez no se haya preocupado por resolver el tema pues hay indiferencia para tratar este asunto

Incluso, dijo que su Ayuntamiento autoriza sin ton ni son la apertura de negocios que no cuentan con herramientas para la insonorización.

“El problema del ruido se agravará en los próximos 10 años, causando más estrés, sordera y alteraciones del sueño entre la población, se ha demostrado que el ruido provoca malestar en los animales”.

Y añadió que no de atender el problema del tema del ruido, es violentar el derecho humano a la salud, el descanso y aun medio ambiente saludable.

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