El director general del Organismo Cuenca Golfo Centro de la Comisión Nacional del Agua, Pablo Robles Barajas, afirmó que se investigarán las fuentes que alimentan la laguna de El Farallón y las causas de la sequía en este cuerpo de agua.
Refirió que la laguna no tiene conexión con el mar, por ello es necesario un estudio que determine la razón por la que la secó.
Al respecto, afirmó que la jurisdicción de la laguna El Farallón es estatal y confirmó que se registró una explotación ilegal de este cuerpo de agua.
“Sin duda hubo una explotación, es un factor humano, alguien se aprovechó y tengo entendido que hay campos de caña cercanos y también unos ranchos ganaderos que pudieron estar usando sin permisos el agua.
“Hay rastros y reportes de mangueras grandes, pasando por debajo de la carretera para llegar a estos sitios”, refirió el funcionario federal.
Aseveró que la condición en la que se encuentra este cuerpo de agua no corresponde a los efectos de una sequía “normal”, por lo cual aseguró que harán una inspección en la zona para corroborar estas hipótesis.
“La velocidad con que se fue secando no corresponde al comportamiento típico por la falta de lluvia, que fuera algo normal, sin duda hubo explotación, es un factor humano, alguien se aprovechó, hay campos de caña cercanos, dos ranchos ganaderos que pudieron haber estado utilizando sin permiso el agua”, dijo.
Agregó que en el caso del dictamen técnico que realizará la Conagua implicará la inspección de las fuentes que de agua que nutren a la laguna dado que esta no está conectada directamente al mar, así como los tiempos de evaporación del agua, entre otros.
“Hay que ver qué es lo que alimenta de agua a este cuerpo, debe tener una fuente, las vamos a buscar para ver qué está pasando con ellas, si siguen alimentándose porque es una laguna que no tiene conexión con el mar”.
No obstante, reconoció que la Conagua no tiene un tiempo aproximado de cuánto tiempo tomará realizar este diagnóstico pues dijo que tienen muchas visitas pendientes, pero no el personal suficiente para realizarlas.
“Tenemos muchas visitas, responsabilidad de Conagua no solo ver qué les pasa a estos cuerpos sino lo que están arrojando las ciudades, algunas empresas y no tenemos el personal suficiente, tenemos una agenda bastante de visitas que hacer y a veces con estas emergencias tenemos que ver cómo mover a personal que tenemos para que podamos verificar qué está pasando”.
El funcionario insistió en que la desecación de este cuerpo de agua no obedece a consecuencias ambientales sino a la intervención humana, aunque descartó tener elementos para señalar que podría estar relacionada con los 800 barrenos que ambientalistas han denunciado se encuentran en la zona como parte de las actividades mineras en Actopan.
“Empezar a señalar responsables no tendría la forma de decir si fueron los que siembran caña, la industria minera, no sé, no tengo los datos suficientes, no me atrevería a hacer un señalamiento así, pero puedo decir que por la velocidad que pasó y que no es una zona de fallas se debe a una actividad humana”, indicó.