Cada día que pasa en la administración de la gobernadora Rocío Nahle se va reconociendo -porque ya se había ventilado en diversos medios de comunicación- el tsunami de corrupción durante el sexenio del morenista Cuitláhuac García.

El hecho de que se revele la deshonestidad en la Secretaría de Educación de Veracruz, la cual estuvo en manos de Zenyazen García, es, sin duda, lo primigenio en la corrupción cuitlahuista. 

Que hay una “nube de aviadores”, que los “sindicatos disidentes son ilegales”, que hubo “venta de plazas”, que “los comisionados eran usados para proselitismo”, son expresiones que se escuchan y leen todos los días. Como ha ocurrido en otros sexenios.

Estos temas abonan más al morbo y a la inestabilidad del gobierno y de los servidores públicos que acciones reales. Elementos para proceder en contra del ahora diputado federal y sus secuaces sobran, sin embargo, la voluntad política para corregir el rumbo no se vislumbra en acciones reales, legales.

Funcionarios Nahleistas hablan sin conocimiento

Declaraciones sin fundamento, sin conocimiento y estridentes no abonan a las buenas intenciones que pudiera tener la gobernadora Rocío Nahle y que a veces embrocan al titular del poder ejecutivo.

Uno de esos casos es el de Iván Díaz Martínez, titular del Instituto Veracruzano de Educación para los Adultos (IVEA), quien declaró a un medio de comunicación que “las personas que no saben leer ni escribir en Veracruz alcanza a 2 millones de veracruzanos.”

Este analfabeta “ilustrado”, junto a aplaudidores, comentaristas y analistas políticos de café, desconocen que con base al Censo de Población y Vivienda 2020, publicado en la página oficial del INEGI (CLICK AQUÍ), muestra que en Veracruz hay una población de 6,098,206 habitantes, de los cuales 5,574,449 están alfabetizados y 517,798 son analfabetas y 5,959 no especificado.

Estas cifras colocan a Chiapas en el primer lugar nacional de analfabetismo y no a Veracruz, el cual ocupa el quinto lugar y a lo mucho, habría poco más de 700 mil analfabetas en el estado.

De esta cifra, alrededor de 500 mil personas pertenecerían a pueblos originarios donde prevalecen mayoritariamente las mujeres, que, por sus usos y costumbres, por su mayoría de edad y por su lengua indígena, principalmente, merman la posibilidad de alfabetización.

Rocío Nahle, la gobernadora de Veracruz, debiera poner mayor atención al tipo de funcionarios públicos que integran su administración. Así como hay muchas personas que se le puede reconocer talento, aptitud y oficio político, también un alto porcentaje no está en su gobierno “Por amor a Veracruz”, sino por amor a los suyos y a sus bolsillos.

Publicidad