A 19 años de su existencia, Cumbre Tajín, el festival de la identidad, se ha consolidado como un ejemplo de esperanza para los pueblos indígenas, aseguró el productor Salomón Bazbaz.

En entrevista con Notimex, el director del encuentro, que protagoniza el pueblo totonaca, indicó que la consolidación de la cumbre es tal que es reconocida como el festival más importante de México, de la región y de Veracruz.

Y es que su misión es generar proyectos no sólo con fines turísticos, sino también educativos y culturales, de ahí que la ceremonia ritual de los voladores de Papantla, Veracruz, haya sido reconocida por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) como Patrimonio Cultural Intangible de la Humanidad.

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“Esta declaratoria fue gestionada por el Centro de las Artes Indígenas (CAI) y ha convertido a esta tradición en el primer elemento vivo de México que recibe dicha nominación”, expresó.

Paralelo a este logro, su Centro de las Artes Indígenas (CAI) ha sido reconocido por la Unesco en la lista mundial de Mejores Prácticas de Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial. “Mención que la hace la única institución en México y Norteamérica que lo ha conseguido”, refirió.

De acuerdo con el también fundador del CAI, Cumbre Tajín no es un evento aislado, sino un encuentro que se convirtió en proyecto, programa y que ahora es un modelo a seguir.

“El tata Juan Simón nos dijo alguna vez: Plantemos un árbol de buena fruta y así lo hicimos, lo sembramos, rindió frutos y hoy hay otros árboles, lo que hace de este espacio un bosque que le da oxígeno a la cultura totonaca y a su vez esperanza a otras culturas”, compartió con gran emoción.

En ese tenor, Salomón Bazbaz, fiel impulsor de la identidad totonaca, sostuvo que Cumbre Tajín es el ejemplo más específico y consolidado de que la inversión en cultura trae desarrollo y cohesión social, de que combate la inseguridad y baja la migración.

A decir del director del encuentro, en Cumbre Tajín hay trabajo durante todo el año y particularmente durante su desarrollo se da un movimiento muy importante en cuanto a derrama económica se refiere, pues en los 18 municipios cercanos se registra una ocupación hotelera del 80 por ciento.

Salomón Bazbaz detalló que como parte de sus programas se compagina la educación formal con la tradicional, de ahí los totonacas trabajan sin perder su identidad, a la vez que comparten su conocimiento a las nuevas generaciones.

“El desarrollo profesional que no deja fuera la educación tradicional y con orgullo podemos decir que nuestros voladores son también agrónomos, pedagogos, o se desempeñan en otras áreas”, comentó.

Cabe mencionar que el 30 por ciento del ingreso en taquilla de Cumbre Tajín se destina a becas para estudiantes de bachillerato y universidad. A la fecha, se han facilitado más de mil 200 becas a jóvenes indígenas para que den continuidad a su preparación.

En su 19 edición, el festival de la identidad convoca no sólo a voladores, sino también a abuelos totonacas, maestros tradicionales, artistas, voceros culturales, investigadores, sanadores, actores, talleristas, artesanos y terapeutas, quienes compartirán hasta el 20 de marzo sus experiencias, su cultura, cosmovisión y costumbres.

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