A unos días de que comience el Otoño (23 de septiembre) aún soplan aires de verano en Veracruz. Son varios los funcionarios del gabinete de Cuitláhuac García que buscan una curul en el Congreso de la Unión y en el Congreso local, por si es necesario cubrirse con fuero constitucional, ante el desarreglo administrativo y la imperante corrupción en los tres órdenes de gobierno de la entidad.

La reunión que sostuvo el día de ayer el ejecutivo estatal con sus principales colaboradores fue, supuestamente, para leerles la cartilla en vísperas de los requisitos que deben cumplir para ser ungidos como candidatos de Morena en las elecciones del 2024. Al más viejo y tradicional ritual político, Cuitláhuac García pidió cerrar con “broche de oro” sus encomiendas.

Por la convocatoria que dio a conocer el representante de Morena a nivel nacional, Mario Delgado, los funcionarios aspirantes a gobernador deben renunciar a más tardar el próximo 12 de diciembre, es decir 180 días antes de la elección del 2 de junio de 2024.

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En ese paquete estarían incluidos la secretaría de Energía, Rocío Nahle, el delegado del bienestar en Veracruz, Manuel Ladrón de Guevara, el secretario de gobierno Eric Cisneros y hasta el galáctico diputado Sergio Gutiérrez, como contendientes a la candidatura para gobernador. El lunes y martes de la próxima semana serán estos registros.

Así que, si usted anda ansioso por conocer quién será la persona elegida para intentar sustituir a Cuitláhuac García, tendrá que esperar hasta el 30 de octubre. Por ahora, los cazadores deben ir preparando un disfraz de Halloween, por si no le atinan al bueno, y tengan excusa para hacer la genuflexión política a quien corresponda.

Por lo tanto, los funcionarios cuitlahuistas que quieren competir en la elección del 2024, dejarán sus puestos después de octubre. Se sabe que muchos de ellos ya practican los sones jerezanos para buscar la bendición de quien vaya a refinar las candidaturas.

Las vueltas que da la vida. La ‘elección democrática’ de Morena en Veracruz tiene tanto olor nauseabundo que hace recordar al otrora poderoso PRI. ¿pues no que los dedazos ya se habían acabado? Es pregunta, para ir preparando las piñatas.

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