Xalapa, Ver.- Las convulsiones políticas y sociales posteriores a la independencia nacional,
las luchas por el poder y la dimisión de Vicente Guerrero a la Presidencia de la República
fueron algunos de los temas planteados por el historiador Enrique Nájera González en la
conferencia Consideraciones sobre un pronunciamiento. El Plan Jalapa de 1829.

En el Museo Casa de Xalapa (Muxa), explicó que ante una posible expedición española de
reconquista, el gobierno de Guerrero movilizó al Batallón de las Tres Villas y al Ejército de
Reserva a la capital veracruzana, obligando al Cabildo a conseguir los recursos para
mantener a miles de soldados durante los cuatro meses que estuvieron destacamentados.

Sin embargo, detalló, descontentos por el trato y las condiciones, se rebelaron contra el
gobierno y emitieron el Plan Jalapa en 1829. Por la posibilidad de una guerra civil, el
presidente abandonó el cargo y lo asumió el general Anastasio Bustamante.

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Ante el público asistente y la encargada del recinto, Rebeca Bouchez Gómez, Enrique Nájera habló de cómo vivió la villa de Xalapa la concentración de tropas, y las consecuencias de que los regimientos vivieran durante cuatro meses en este lugar, hasta el pronunciamiento del documento, que fue el antecedente del asesinato de Vicente Guerrero.

“La Villa de Jalapa, que aún no era ciudad a principios de la época republicana, se ve en
medio de un acontecimiento crucial como el acantonamiento de tropas, ante la amenaza de
una expedición de reconquista a cargo de Isidro Barradas. Esta noticia despierta las alarmas en México, y Vicente Guerrero solicita poderes especiales para enfrentar este hecho”.

Recordó que los integrantes del Cabildo y sus habitantes se vieron forzados a tener que
mantener con víveres a los diversos regimientos que llegaron. Entonces, agregó, los
comerciantes jugaron un papel clave en el financiamiento de las tropas; además de que la
política de intervencionismo constante de Vicente Guerrero en los estados incomodaron a las élites locales.

El primer militar de alto rango en pronunciarse en contra de las medidas de Guerrero fue
José Joaquín Herrera, quien denunció que, tras su arribo, “en cuatro días no les han dado de comer, y que ya están matando a sus caballos para alimentarse”, pues en 1829 llegó primero el Batallón de las Tres Villas, y con el tiempo, las tropas de Reserva.

Después de que Antonio López de Santa Anna regresó como héroe tras la batalla de
Tampico, militares de segundo rango proclamaron el Plan de Jalapa exigiendo el pago a las
tropas y el respeto al pacto federal y a las entidades federativas.

“El Plan de Jalapa hace tambalear al gobierno de Vicente Guerrero. De hecho, lo hace entrar en crisis y, ante el peligro de otra guerra civil, decide abandonar el gobierno y formar una expedición de represalia, trasladarse a Xalapa y acabar con la disidencia, pero se da cuenta de que esto alentaría la guerra interna y mejor se retira”.

Al plan se adhirieron el gobernador interino de Veracruz, Sebastián Camacho, y los
gobernadores de Jalisco, Querétaro y Guanajuato, y finalmente, Anastasio Bustamante
encabeza el pronunciamiento en contra de Guerrero. Para dar el golpe de gracia, el
Regimiento de la Ciudad de México, con Luis Quintanar al mando, se pronuncia en favor del
plan y Anastasio Bustamante asciende al poder en 1830.

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