Las caravanas de migrantes centroamericanos han concentrado el flujo de estos grupos por las zona de Tierra Blanca y Córdoba, en su trayecto hacia Estados Unidos, de tal forma que el paso que antes hacían por el puerto de Veracruz se ha reducido considerablemente.
De hecho, desde antes de las caravanas ya se había notado una baja sustancial de migrantes por el puerto, ya que empezaron a tomar otras rutas, explicó Roberto Torres Grajales, diácono permanente administrador de Cáritas Diocesano en Veracruz, instancia que otorga apoyo a migrantes.
“Desde la primera caravana ya no tomaron a Veracruz como fuente de paso, y otra de las razones que nos han comentado quienes esporádicamente transitan por aquí son las versiones que les llegan respecto a situaciones de inseguridad”, dijo.
Indicó que en promedio al mes están pasado de cuatro a cinco centroamericanos por el puerto, cuya estancia se reduce a dos o tres días mientras descansan para continuar su ruta hacia la frontera norte.
Cuando se dan los casos, se les canaliza hacia alguno de los albergues para personas sin hogar que existen en la ciudad, pero solo durante unos días porque los migrantes no tienen la intención de quedarse aquí, sino continuar su trayecto hacia el país del norte.
Por ahora, señaló, no hay ningún migrante albergado en la ciudad. Citó que hace una semana llegó una pareja de adultos hondureños quienes venían ya de regreso hacia su país, luego de no lograr ingresar a la Unión Americana.
“Estuvieron un día y partieron ahora hacia el sur”, dijo.
Expresó que el fenómeno migratorio representa ciertamente dificultades para los distintos sectores, sin embargo consideró que como sociedad no podemos darle la espalda, por lo que exhortó a las autoridades, agrupaciones civiles, población en general apoyar en lo que se pueda ya que son seres humanos que van en busca de una esperanza.
