De resultar cierto que entre la secretaria de energía Rocío Nahle y el secretario de gobierno de Veracruz Eric Cisneros hay un verdadero distanciamiento, derivado de la disputa por la candidatura a gobernador por Morena, la zacatecana encargada de la construcción de la refinería Olmeca, en Dos Bocas, Tabasco, lleva ventaja.
Los sones jerezanos comenzaron a retumbar al grado de que, según los enterados, desde hace más de tres meses Rocío Nahle cuestionó a Cuitláhuac García sobre la profusa promoción en bardas, espectaculares y autobuses del descubridor de la negritud en Veracruz.
Se sabe que la enérgica Nahle pidió que Eric le ‘bajara a su música’, pero que esa solicitud no fue atendida por Cuitláhuac, por ello se buscó cuestionar en la mañanera al presidente López Obrador sobre las acciones y actitudes del oriundo de Otatitlán, el que recibió dos mensajes presidenciales, que no han sido del todo atendidos en el Palacio de Gobierno de Veracruz.
Pero los mensajes no sólo han sido desde la mañanera, sino los dos encuentros entre José Luis Lima, Zenyazen Escobar, Eleazar Guerrero y Juan Javier Gómez -aún poderosos cuitlahuistas-, en la casa en Coatzacoalcos de Rocío Nahle demuestran que están ‘Unidos Todos,’ pero contra Cisneros.
Quizá por ello ahora ha cobrado mayor fuerza el comentario de que Cuitláhuac García le ofreció la titularidad de la Secretaría de Gobierno al actual secretario de finanzas Lima Franco, con lo que Eric saldría como tapón de sidra, en cualquier momento, de la dependencia encargada del control político en la entidad.
Se sabe que Lima Franco ya quiere salir corriendo de la SEFIPLAN y de Veracruz, por lo que no aceptó la generosa invitación de Cuitláhuac ya que pretende refugiarse en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, donde presume tener muchos aliados y protectores, y desde ahí amarrar una diputación plurinominal.
En toda esta marea, la que también estaría en la antesala de los relevos es Verónica Hernández, la fiscal veracruzana, para antes de que finalice el mes patrio. El movimiento obedecería a dos aspectos. El primero ir aniquilando los brazos ejecutores de Eric Cisneros, en caso de que siga empecinado en su futuro político y, el segundo, a que el relevo de la fiscal provendría de una negociación política con una de las ‘corcholatas’ presidenciales, asegurando a la abogada una curul local o federal por el distrito de San Andrés, para lo que se ofrezca.
Así las cosas de la política en Veracruz, en vísperas de las asignaciones a nivel nacional de las personas que vayan a ser candidatos para suceder al presidente López Obrador, donde gran parte de los funcionarios cuitlahuistas buscan fuero constitucional, desde el Congreso de la Unión o en el de Veracruz.
El final de la era cuitlahuista está a la vuelta de la esquina y algunas personas aseguran que todo podría terminar como en los tiempos del duartismo, incluso hasta perder la ‘continuidad con cambio’.
