Así como ayer trascendió que la candidata a diputada federal por Morena Ana Miriam Ferráez podría ser removida por la Comisión Nacional de Elecciones, por el nulo desempeño de su campaña y sus antecedentes negativos como legisladora local de Xalapa, la también candidata a diputada local Dorheny García Cayetano estaría en la misma situación.

Y es que la controvertida Dorheny García es blanca en apariencia y negra en la conciencia, ya que como diputada federal y como secretaria del trabajo demostró que es altamente efectiva para el “face”, para colgarse obras que nunca ha gestionado y para la enana arrogancia. 

Se recuerda que cuando fue nombrada titular de la Secretaría del Trabajo no dejaba de alardear que ella ponía a bailar a Cuitláhuac (¿y quién no?) al ritmo y a la hora que ella quisiera. Sin embargo, esas banalidades no son las que ahora preocupan a los funcionarios que se quedaron en la institución, sino los graves problemas legales que enfrentarán. 

Resulta que la señorita García Cayetano se le ocurrió firmar documentos oficiales como Dorheny Cayetano, para evitar que la vincularan como familiar de Cuitláhuac García y escapar del nepotismo que ha caracterizado a ella y a esta administración gubernamental.

Lo que no midió la exfuncionaria es que todos sus actos como titular del trabajo estarían viciados de origen y podrían ser nulos de pleno derecho, lo que la pondría en graves problemas legales.

Si la ineptitud, la simulación y la mentira es lo que ha venido caracterizando a la candidata morenista García Cayetano, de qué sería capaz la amiga, familiar o lo que sea de los distinguidos García de Xalapa, quienes han tirado mucho dinero público para levantar la imagen de Dorheny.

Se sabe que en las altas esferas de Morena, en el primer círculo de Claudia Sheinbaum y de la primera línea de la candidata Rocío Nahle tienen bien checada a esta improvisada política, la cual pocos conocen en Xalapa, no levanta entre el electorado y resta al proyecto morenista.

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