El ex gobernador Javier Duarte de Ochoa admitió haber creado durante su administración una cuenta concentradora de recursos, que alguien, “ingeniosamente” la bautizó como la “licuadora”.

Justificó tal acción, con el objetivo y función de mezclar recursos estatales con federales, a fin de que fueran destinados para atender las necesidades más apremiantes del Estado.

Esto lo comentó, luego de que el pasado viernes se comparó con el actual gobernador Cuitláhuac García Jiménez que llegó al 15 de diciembre, sin la posibilidad financiera de cumplir con las obligaciones de pago al magisterio, como a él le ocurrió durante su sexenio.

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De acuerdo con lo reportada por el Órgano de Fiscalización Superior y la Auditoria Superior de la Federación, durante el duartismo, de esa cuenta concentradora, llegaban fondos federales etiquetados para distintas acciones, pero que fueron utilizados tanto para dichos fines, como para otros totalmente distintos como fue el pago de nómina o servicios.

“Considero que devolver recursos a la Federación cuando en Veracruz se necesitan es una irresponsabilidad y una falta de valor para cumplir con el compromiso adquirido con los veracruzanos”, manifestó Javier Duarte, a través de sus redes sociales.

Enfatizó que utilizar los recursos federales que se encuentran en las cuentas del Gobierno del Estado para atender las necesidades del pueblo veracruzano lejos de ser un delito es un acto de responsabilidad.

“De ahí que tomamos esa decisión que no debe confundirse nunca con corrupción”, indicó y reiteró que ese fue el motivo de la creación de la famosa cuenta concentradora a la que tan ingeniosamente alguien la bautizó como “la licuadora”.

“Lo que se diga distinto a esto es absolutamente falso”, concluyó en su mensaje a través de redes sociales el ex mandatario veracruzano, quien se encuentra recluido en el Reclusorio Norte en la Ciudad de México.

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