La firma Moody’s de México bajó las calificaciones del gobierno de Veracruz de B3/B1.mx a Caa1/B3.mx y mantiene la perspectiva negativa, como reflejo del continuo deterioro en su posición financiera reportada en sus estados financieros al tercer trimestre de 2016.

La calificadora internacional apuntó que la combinación de una posición de liquidez extremadamente ajustada, caída en los ingresos, montos estimados mayores en intereses y presiones de gasto disminuyen la capacidad del estado para garantizar el pago puntual de sus obligaciones de deuda bancaria durante los siguientes 12 a 18 meses.

Refirió que en sus estados financieros del tercer trimestre del año, el gobierno del estado de Veracruz reportó una disminución en su efectivo de 865 millones a 370 millones de pesos y un aumento en sus pasivos circulantes de 18 mil millones a 46 mil millones de pesos entre junio y septiembre de 2016.

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Señaló que estos dos eventos disminuyeron la ya baja razón entre efectivo y pasivo, no se cuenta con detalles sobre los pasivos circulantes y en este momento Moody’s no puede confirmar la existencia de líneas de crédito quirografarias de corto plazo.

Además, los ingresos cayeron 4.6 por ciento durante los primeros nueve meses de este año comparado con igual lapso de 2015, mencionó en un comunicado. Moody’s también nota que ya no se cumple con las obligaciones relacionadas con calificaciones crediticias mínimas en la mayoría de sus créditos bancarios de largo plazo respaldadas con participaciones federales, lo cual llevará a un aumento en los pagos de intereses por mil 400 millones de pesos durante 2017.

La agencia evaluadora también consideró que existen presiones en el gasto operativo durante 2016 y 2017 como resultado del retraso en el pago de nómina y transferencias.

Como resultado de lo anterior, ha revisado sus proyecciones de resultados financieros, las cuales ahora se ubican en un déficit promedio de 10 por ciento de los ingresos totales para 2016 y 2017.

Aunque la posición de deuda financiera del estado aún es manejable, los déficits proyectados y un eventual refinanciamiento de la deuda con proveedores pudieran llevar los niveles de deuda por encima de 60 por ciento de los ingresos totales, uno de los niveles de deuda más altos entre los estados calificados por Moody’s.

Explicó que la perspectiva negativa refleja los desafíos del estado para corregir su situación financiera en los siguientes 12 a 18 meses.

Moody’s monitoreará las medidas de la administración entrante, las cuales pudieran resultar en una mejora en la situación financiera, liquidez, y carga de la deuda de Veracruz. Dada la perspectiva negativa, consideró que un alza de la calificación es poco probable en los siguientes 12 a 18 meses.

No obstante, la perspectiva pudiera ser estabilizada si la administración entrante implementa medidas que efectivamente restablezcan una posición de liquidez saludable y si los aumentos de deuda se ubican por debajo de las expectativas de Moody’s. Por el contrario, anticipó, las calificaciones pudieran ser modificadas a la baja si los resultados consolidados de Veracruz y su posición de efectivo se deterioran aún más, o si contrata un monto considerable de préstamos quirografarios de corto plazo.

Moody’s informó que al mismo tiempo bajó las calificaciones de deuda de 12 créditos respaldados de Veracruz, como un reflejo de la baja de las calificaciones de emisor de la entidad.

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