Xalapa. – Desde hace cuatro meses, la familia de Dolores paga semanalmente 300 pesos para que una pipa vaya a llenar su pileta con agua potable, pues el Ayuntamiento de Banderilla, a cargo de Juan Manuel Rivera González, no ha atendido la solicitud de vecinos de la calle Martinica para dotarlos del líquido.
Otros vecinos reportan que la obra que realizan en la calle Lino Serrano tiene tres días con el drenaje roto, saliendo mierda de sus tubos, y que descargan al río Sedeño, y el Ayuntamiento no ha atendido el llamado.
Dolores cuenta que de un día para otro dejaron de recibir el agua potable, pero, aunque desde hace cuatro meses no tienen agua, el recibo del servicio llega puntualmente cada mes a pesar de que ya notificaron a la Comisión Municipal de Agua de Banderilla sobre esta situación.
“Llevamos cuatro meses y para acabarla de amolar somos varios vecinos; ayer (domingo) les llegó a ellos, pero a nosotros no nos llega, ya nos cansamos, ya le dijimos al alcalde y no toma cartas en el asunto”, señaló.
Dijo que durante este tiempo han tenido que recurrir a otros vecinos que sí cuentan con el agua para que les regale una o dos cubetas cada tercer día, pero no es suficiente para el uso doméstico.
“Una vecina nos da el agua y como obtengo el agua para medio pasarla, tengo tres botes, uno en el baño y dos afuera pero no es así porque si pagas un servicio tienen que suministrarlo”.
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Hasta ahora la única respuesta del Ayuntamiento es que les enviarán pipas para dotarlos del agua, pero solo en una ocasión han cumplido y por ello los vecinos deben ver la manera de comprar garrafones, contratar pipas o pedir agua a quien sí la tiene.
”Nos mandaron la pipa solo una vez y ya después no, por más que uno les dice ellos dicen que sí pero no la mandan; mi mamá habló el viernes, le dijeron que el sábado y hasta ahorita nada”.
Señaló que mensualmente deben pagar 100 pesos por un servicio que no reciben, y cuya justificación es que primero rompieron una tubería de la calle principal que limitó el servicio, pero han pasado los meses y no lo arreglan.
“La calle ya está pavimentada, estamos en junio y ya debería haber agua y nada, no hay nada, mi pileta está seca. Una camioneta anuncia qué hay que usar el limpia para evitar contagios por el COVID, pero es una vergüenza porque no tenemos ni agua”.