El rector del Colegio de Veracruz Mario Raúl Mijares Sánchez emitió el Código de Conducta de dicha institución, donde habla de la felicidad, el bienestar y el respeto, justo en un año, en el que 3 académicos renunciaron reprochando su mala actitud, ser inquisitorio, prácticas antipedagógicas y generar desunión.

En una parte de dicho código, precisa en el capítulo de “Respeto a mis compañeros de trabajo”, que todos quienes trabajan en ese instituto deben asumir una actitud de respeto con sus compañeros de trabajo, desempeñando el empleo, cargo o comisión de manera ordenada.

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De igual forma los conmina a otorgar un trato digno y cordial también a sus superiores y subordinados, considerando sus derechos y entendiendo que los propios terminan donde trasgredo los de otros.

Precisamente los 3 académicos que renunciaron este año, acusaron de carecer de tales principios al rector Mario Raúl Mijares Sánchez, y lo acusaron de no generar un diálogo, trato cortés y armónico.

Por el contrario, ahora el rector en el Código de Conducta que emitió pide respetar los derechos humanos, trato con igualdad, sin discriminación, con equidad de género, cooperación y liderazgo.

En dicho documento, el polémico rector aprovecha para hablar de la felicidad, que la considera como la condición más bella y la mejor de todas las aspiraciones de la existencia humana.

Incluso aprovechó para reflexionar y filosofar sobre la vida y preguntó ¿en qué consiste vivir bien y cómo puede conseguirse tan preciado logro?.

Al continuar con algunos comentarios con poca hilación refiere que los hombres y mujeres precisan desempeñar, por el bien de la comunidad, una buena conducta, un ejercicio que logre un respeto entre los individuos, pues todos los actos que proceden del pensamiento pueden incluirse en el conocimiento de la vida del individuo.

“De ahí la importancia de ser feliz y vivir con la dicha del deber cumplido. Se dice que la sabiduría es el mayor de los bienes; otros sostienen que es la virtud; pero también hay quien considera que es el placer. No obstante, sigo pensando que es la felicidad donde se conjugan las dos anteriores, ya que cuando se es feliz, no hay tiempo ni necesidad de aspirar a deseos efímeros”, añadió.

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