A través de su comunicado dominical, la Arquidiócesis de Xalapa afirmó que al parecer son nulas o escazas las posibilidades de mejorar la situación de la sociedad ante injusticias, pobreza y abusos.
He aqui, el comunicado:
No dejan de escucharse llamadas al cambio, a la responsabilidad ética y a la solidaridad para salir adelante de los problemas de la violencia, la inseguridad y la pobreza, que hay en la sociedad, pero, por desgracia, pocos se dan por aludidos. Mucha gente piensa que todo está bien en la sociedad. Muchos hasta se arriesgan a pensar y a proclamar que ya está el cielo en la tierra. El evangelista San Lucas, (3,10) revela, en el campo religioso, la inquietante pregunta de algunos soldados y administradores ante el llamado al cambio de vida que les hacía Juan, el Bautista: ¿Qué debemos hacer?
Juan, el Bautista, les respondió y pidió acciones concretas a sus interlocutores, pero sobre todo les anunció una gran noticia: “Ya viene otro más poderoso que yo. Él los bautizará con el Espíritu Santo y con fuego” (Lc. 3,14). Esta noticia era el cumplimiento a la promesa divina de cambiar el corazón y la mentalidad de la persona, para renovar todas las estructuras sociales, culturales y políticas donde cada ciudadano puede ser y alcanzar la grandeza a la que está llamado.
Se conocen cada vez mejor las injusticias, la pobreza de mucha gente y los abusos que se comenten diariamente, pero, a la vez, aparece la sensación de que las posibilidades de acción para mejorar son nulas o escazas. Pero no debe desaparecer la pregunta ¿Qué podemos hacer? Juan, el Bautista, ofreció una respuesta decisiva que pone a cada ciudadano ante su propia verdad: “La raíz de muchos males están en el corazón de la persona”. El adviento es un tiempo de reflexión y silencio personal para sentir que se puede mejorar mucho socialmente si se comienza por el cambio de vida personal. Este es el camino para todos.