En los últimos meses de la administración de Cuitláhuac García, los escándalos de corrupción se ventilan en los cuatro puntos cardinales para tratar que los saqueadores salven su pellejo amenazando que cuentan con información comprometedora.

La venta de esos expedientes “privilegiados” está a la orden del día. Uno de esos casos es el de Joana Marlen Bautista Flores, ex directora de administración del Poder Judicial de Veracruz, quien no sólo tiene que enfrentar las irregularidades detectadas por el Órgano de Fiscalización Estatal (ORFIS), la Auditoría Superior de la Federación (ASF) sino las denuncias presentadas ante la Fiscalía Veracruzana en el presunto manejo irregular de aproximadamente 140 millones de pesos, más lo que se acumule.

Joana Bautista amedrenta que “soltará la sopa” de todos los actos de corrupción cometidos por órdenes superiores, enviando mensajes, a través de diferentes medios, al primisimo Eleazar Guerrero, al diputado Juan Javier Gómez Cazarín o al propio Cuitláhuac García, quienes fueron sus “superiores”.

La imberbe exfuncionaria, fiel a su estilo de llamar la atención, busca que la candidata de Morena Rocío Nahle y su esposo José Peña, la volteen a ver o en su caso se está vacunando para que se le pueda ir viendo como “víctima” de los ahora “malditos superiores”, por eso dice que entregará los expedientes de todos los involucrados en el saqueo del Poder Judicial.

La responsabilidad en el manejo de los recursos públicos es de quien haya sido legítimamente designado para esa función, no de quienes hayan ordenado que se desviarán recursos para otros fines. 

¿Joana Bautista quiere vender miedo o espejitos para salvarse? Si esa es su sesuda estrategia, que vaya a otro rancho, acá ya no se amarran los perros con longaniza.

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