En el comunicado dominical, el vocero de la Arquidiócesis de Xalapa, José Manuel Suazo Reyes, señaló que en las elecciones del próximo 6 de junio, no se puede ni se debe escoger a un improvisado o mucho menos quienes no tienen fama de honradez.

Y es que, expuso que, lamentablemente la política se ha convertido para algunos en un jugoso negocio.

Refirió que el día de la elección, todos los ciudadanos tenemos una cita con l democracia pues será un día muy importante porque tendremos la responsabilidad de salir a votar para elegir a quienes desempeñarán una función pública.

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Precisó que son 21 mil 157 cargos de elección están en juego entre Diputados Federales, Diputados Locales, Gobernadores, Presidentes, Síndicos y Regidores Municipales así como juntas y Consejos municipales.

Agregó que votar es un derecho y una obligación que no puede tener ninguna excusa puesto que esa responsabilidad no se puede delegar a nadie, “es una elección muy importante para la que debemos prepararnos”.

Además sostuvo que para quienes son católicos, participar en el proceso electoral es una obligación moral dado que explicó, a través de la Doctrina Social de la Iglesia (DSI) se recuerdan algunos principios fundamentales que se deben cuidar en la participación como son la promoción de la Dignidad de la persona humana, la búsqueda del Bien Común, la Subsidiariedad, la Participación Social y la Solidaridad entre otros.

De acuerdo a la Doctrina Social de la Iglesia, la Participación Social “se expresa esencialmente en una serie de actividades mediante las cuales el ciudadano, como individuo o asociado a otros, directamente o por medio de los propios representantes, contribuye a la vida cultural, económica, política y social de la comunidad civil a la que pertenece”.

Explicó que es necesario participar en el proceso electoral que se aproxima y que hay al menos cuatro acciones principales:

  1. Informándose y conociendo a los diferentes candidatos así como sus propuestas, los principios que los mueven y sus plataformas.
  2. Haciendo un discernimiento a la luz de las propias convicciones para decidir el sentido de nuestro voto. Este discernimiento es fundamental y desde luego es un asunto personal.
  3. Votando en forma libre, responsable e informada. No es lícito comprometer el voto porque alguien te ofrece una dádiva. Los programas sociales que recibe la población no pueden usarse como chantaje o coacción para inclinar el sentido del voto de los ciudadanos. Si alguien quiere condicionar la ayuda que se te ofrece en un programa social a cambio de tu voto lo debes denunciar. Eso es un acto de corrupción. El voto es libre y secreto.
  4. Dando seguimiento a las políticas y programas que la autoridad legítimamente constituida realiza una vez que empieza su responsabilidad.
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