• Tarjetas Chedraui sin licitación para personal de Salud exhiben presunta corrupción tolerada

Mientras la Secretaría Anticorrupción y Buen Gobierno da seguimiento a una inconformidad millonaria en la licitación federal de vales de despensa, en Veracruz persisten esquemas opacos que hoy colocan bajo cuestionamiento al gobierno de Rocío Nahle, particularmente por la entrega de tarjetas restringidas del Grupo Chedraui a trabajadores del sector Salud sin licitación pública conocida.

El contraste entre ambos casos revela dos realidades distintas en el manejo de recursos públicos: a nivel federal se activa un procedimiento legal ante la sospecha de irregularidades; en Veracruz, no existe registro de un proceso competitivo, ni claridad sobre quién autorizó, adjudicó o supervisó un esquema que benefició a una o unas cadenas comerciales específicas, limitando la libre elección de los beneficiarios.

Caso Veracruz: sin concurso, sin transparencia y con proveedor único

A diferencia de la Licitación Pública Nacional Electrónica LA-06-400-006400001-N-19-2025, realizada por la SHCP y hoy bajo investigación formal, en Veracruz no se informó de convocatoria, bases, fallo ni empresa responsable en la entrega de las tarjetas Chedraui para personal de Salud.

El diseño del beneficio abre la puerta a sospechas de direccionamiento, conflicto de interés y uso discrecional de recursos públicos, prácticas que el discurso oficial del nuevo gobierno estatal ha prometido erradicar, pero que siguen presentes en los hechos.

Inconformidad federal contrasta con silencio estatal

En el ámbito federal, Toka Internacional activó el mecanismo legal de inconformidad contra Servicios Broxel, señalando presuntas omisiones en precios unitarios dentro de una licitación que oscila entre 7 mil 345 y 10 mil 338 millones de pesos.

En Veracruz, en cambio, no se conoce la existencia de un procedimiento público de inconformidad, ni pronunciamiento oficial que explique por qué se evitó una licitación y quién se podría beneficias con el esquema cerrado con Grupo Chedraui.

Gobierno de Rocío Nahle, bajo la lupa

La permanencia de estos esquemas coloca al gobierno de Rocío Nahle bajo una sospecha legítima de tolerancia a prácticas de corrupción, particularmente cuando no se transparentan contratos, no se abren concursos públicos y no se rinden cuentas sobre el destino del gasto social. Un esquema que también fue cuestionado, a nivel internacional y nacional, cuando Nahle fue la responsable del proyecto y ejecución de la refinaría Olmeca, conocida también como Dos Bocas, en Tabasco, el cual casi triplicó la inversión inicial proyectada de 8 mil millones de dólares para terminar en casi 21 mil millones de dólares.

El mensaje de la Secretaría Anticorrupción y Buen Gobierno -“que violar la ley sea más caro que cumplirla”- contrasta con la ausencia de consecuencias visibles en Veracruz, donde la opacidad sigue siendo la constante.

Transparencia selectiva

El caso confirma que la corrupción no siempre se manifiesta en grandes licitaciones, sino también en decisiones administrativas aparentemente menores, pero con impacto directo en miles de trabajadores y en la credibilidad del nuevo gobierno estatal.

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