Xalapa, Ver. – El Congreso del Estado aprobó la noche de este lunes el nombramiento de Lisbeth Aurelia Jiménez Aguirre como titular de la Fiscalía General del Estado (FGE), tras recibir la propuesta enviada por la gobernadora Rocío Nahle durante la Décima Quinta Sesión Ordinaria del Pleno.

La mandataria estatal sostuvo, en el oficio remitido al Legislativo, que Jiménez Aguirre cumple con los requisitos legales para ocupar el cargo. Además, confirmó que la nueva fiscal deberá someterse a los exámenes de control y confianza.

Nahle defendió que Lisbeth Jiménez posee el perfil idóneo para encabezar la FGE, al destacar su “experiencia jurídica, conocimientos en procuración de justicia, capacidad administrativa, independencia en su actuación y visión orientada al respeto de los derechos humanos, atención a víctimas y perspectiva de género”.

Sin embargo, la propuesta generó algunos posicionamientos en el Pleno.

La diputada Elena Córdova (MC) cuestionó la autonomía de la institución, señalando que el nombramiento “se entrega como un cheque en blanco al titular del poder Ejecutivo”.

El priista Héctor Yunes Landa evocó el debate nacional del “fiscal carnal” y criticó el desempeño de Jiménez Aguirre cuando encabezó el Tribunal Superior de Justicia, asegurando que “no cuenta con el perfil” para dirigir la Fiscalía.

Por su parte, Indira Rosales (PAN) afirmó que Veracruz se mantiene entre los primeros lugares de impunidad y advirtió que a partir de ahora habrá un “ejercicio de subordinación” entre la nueva fiscal y la gobernadora.

En contraste, Fernando Yunes Márquez, hijo del exgobernador Miguel Ángel Yunes Linares, respaldó la designación y subrayó que, con la reciente reforma a la Fiscalía, la responsabilidad política por el desempeño de la institución recaerá también en la titular del Ejecutivo.

Los expriístas y ahora diputados del PVEM (Marcelo Ruiz), del PT (Elizabeth Morales) y de MORENA (Paul Martínez) sirvieron como oradores incansables del elogio y de apoyo a Rocío Nahle y a la nueva titular de la Fiscalía.

Concluido el trámite legislativo, el Congreso aprobó el nombramiento por cuatro años, con 40 votos a favor, 5 en contra y dos abstenciones, y con ello se avaló y formalizó la designación de Lisbeth Aurelia Jiménez Aguirre como la nueva Fiscal General del Estado.

Al término de la sesión, la interrogante que circuló en las paredes amuralladas del Palacio Legislativo no fue quién ocupará la FGE, sino quién se atreverá a operar fuera del nuevo perímetro de poder delineado desde Palacio de Gobierno.

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