La Arquidiócesis de Xalapa hizo un nuevo llamado de cara a las elecciones del 6 de junio para que nadie se quede sin participar; se deje corromper, ni corrompa a nadie; no venda su voto a nadie, ni se preste a chantajes.
En su comunicado dominical, el vocero José Manuel Suazo Reyes explicó que el voto es libre, secreto e informado.
“Nadie debe ni puede comprar su voluntad o aprovecharse de sus necesidades, eso sería un acto deshonesto e inmoral. El que compra para ganar, llega para robar”.
Recordó que el próximo 6 de junio, será una jornada histórica muy importante para el país, pues es el día en que se elegirán diputados federales y locales, así como los alcaldes, los regidores y síndicos de nuestros municipios.
“Si a usted lo amenazan o lo quieren chantajear de que le quitarán las ayudas y apoyos que actualmente está recibiendo si no vota por algún determinado color, eso es un delito y debe denunciarlo”, llamó.
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Subrayó que los apoyos sociales a grupos vulnerables no empezaron recientemente, “no se crea usted esa mentira; desde hace ya muchos años existían programas sociales que buscaban ayudar a las personas más necesitadas; además las ayudas que ofrece un gobernante en turno no salen de su bolsillo, sino de los impuestos de los ciudadanos; ningún gobernante debería presumir este tipo de acciones, esa es su tarea y la debe llevar a cabo con transparencia y honradez”.
Refirió que en esta contienda electoral están participando diferentes candidatos, algunos representan a algún partido y otros a alguna alianza, por lo que hay aspirantes que ya estuvieron en un servicio público.
“A usted le toca hacer un discernimiento, evaluarlos y calificarlos; a usted le toca analizar qué propuesta contribuye mejor al bien común, a la defensa de sus valores y de sus principios”, dijo.
Y añadió: “¡Que ningún candidato se avergüence de sus orígenes ni de su identidad étnica o religiosa!, ¡que nadie traicione los valores ni los principios que lo han caracterizado como ciudadano!, ojalá los aspirantes a estos servicios públicos recuerden que antes de ser candidatos son personas que provienen de una familia y que vivian determinados valores. ¡Que ningún candidato se sienta incómodo por ser un creyente! y por lo mismo ¡que nadie esconda su identidad cristiana ni sus convicciones!; recuerde que la fe no está peleada con la política”.